Tiempo de divorcio entre los abogados de Barcelona

El mundo barcelon¨¦s de la abogac¨ªa anda revuelto en las ¨²ltimas semanas por las separaciones de apellidos que en los ¨²ltimos a?os han hecho famosos algunos despachos. T¨¢ndems como Jufresa-Martell, Gom¨¢riz-Rofes, Jim¨¦nez de Parga-Calavia han anunciado su separaci¨®n profesional. En todos los casos, los asociados en v¨ªas de "divorcio" esgrimen discrepancias econ¨®micas o relativas a la forma de ejercer la profesi¨®n. Posiblemente, el caso m¨¢s llamativo es el de los abogados Francesc de P. Jufresa y Crist¨®bal Martell, que defienden, entre otros, a Javier de la Rosa. Hace unos d¨ªas, Martell anunci¨® que se iba del despacho en el que entr¨® en 1985, cuando hac¨ªa cuarto de carrera. El detonante de esas discrepancias es, seg¨²n algunas fuentes, la estrategia defensiva y el pago fraccionado que hace Javier de la Rosa de los elevados honorarios para afrontar su defensa en casos como el de Grand Tibidabo y Grupo Torras. Martell lo niega con rotundidad y asegura que se trata de "cuestiones personales de m¨¢s peso". El financiero tiene una arraigada costumbre de acomodar a sus intereses los pagos a profesionales a su servicio, algo que ya conoc¨ªan ambos abogados cuando asumieron su defensa en sustituci¨®n del tambi¨¦n penalista Juan Piqu¨¦ Vidal. Jufresa y Martell siempre confiaron en exculpar a su cliente, pero el ¨²ltimo episodio del caso es una petici¨®n fiscal de 13 a?os y 8 meses para De la Rosa por el caso Grand Tibidabo. El financiero, adem¨¢s, permanece en prisi¨®n desde octubre por orden de la juez Teresa Palacios, de la Audiencia Nacional. Desde entonces, han sido rechazadas todas las peticiones de libertad de la defensa. Esta situaci¨®n ha llevado a la esposa y los hijos del financiero a denunciar en rueda de prensa una supuesta "persecuci¨®n judicial" contra De la Rosa. Ese d¨ªa Jufresa apareci¨® en un lugar destacado, pero no as¨ª Martell. Jufresa afirma que no es una ruptura, y mucho menos pactada, sino un deseo de independizarse de Martell. Jufresa,quien tambi¨¦n fue abogado de Javier God¨®, se convirti¨® en defensor de De la Rosa precedido de fama de izquierdoso y bien relacionado con las esferas progresistas del mundo judicial. Su militancia, ¨²ltimamente visible en el PSC, ha incomodado a no pocos conm¨ªlites. Por otra parte, Juan Rofes, abogado de Arturo Roman¨ª en el caso Banesto y catedr¨¢tico de Penal, abandonar¨¢ en breve el despacho del concursalista Jos¨¦ Luis Gom¨¢riz, al que se incorpor¨® apenas hace unos meses. Durante este tiempo, Rofes ha vivido algunos reveses judiciales, como es la condena a su cliente Juan Manuel Rosillo por el caso Kepro. El cliente acaba de encargar el recurso de casaci¨®n a otro despacho, muy en alza, el de Pau Molins. Del mismo modo, el despacho de Rafael Jim¨¦nez de Parga tambi¨¦n est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n. El l¨ªder de este grupo de profesionales, imputado en la causa por cohechos contra el ex juez Luis Pascual Estevill, acaba de acceder a la Academia Catalana de Jurisprudencia que precisamente despach¨® a Pascual Estevill cuando fue condenado por el Tribunal Supremo. Desde hace meses, Jim¨¦nez de Parga negocia su incorporaci¨®n como socio al bufete internacional Baker & McKenzie. Esta fusi¨®n, anunciada pero no consumada, podr¨ªa producir el desgajamiento del despacho de Jim¨¦nez de Parga. El catedr¨¢tico de derecho mercantil Jos¨¦ Manuel Calavia y el administrativista Julio Hern¨¢ndez Pu¨¦rtolas no parecen inclinados a participar en la anunciada incorporaci¨®n a la firma multinacional.