Badajoz recupera protagonismo
El Gobierno socialista de Rodr¨ªguez Ibarra se vuelca con la capital pacense y el PP rentabiliza las inversiones
Badajoz le duele especialmente al Gobierno socialista de Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra. La ciudad m¨¢s poblada de Extremadura ha sido tambi¨¦n una de las m¨¢s mimadas por el PSOE, pero la derecha gobierna y los datos apuntan a que reeditar¨¢ su triunfo.Si hace una d¨¦cada la capital pacense aparec¨ªa como una de las ciudades espa?olas en las que peor se viv¨ªa -atendiendo, eso s¨ª, a unas estad¨ªsticas tan fr¨ªas como discutibles-, ahora ha sufrido una enorme transformaci¨®n despoj¨¢ndose de dudas, dot¨¢ndose de modernas infraestructuras y, sobre todo, reivindic¨¢ndose con cierto orgullo por parte de sus propios habitantes. Badajoz es m¨¢s confortable y altiva y su visi¨®n de futuro es mayor.
Donde antes hab¨ªa una prisi¨®n hoy se levanta un impresionante Museo de Arte Contempor¨¢neo y el casco viejo, antes reducto de la prostituci¨®n, la indigencia y las drogas, se recupera poco a poco al amparo del programa europeo Urban con promesas de convertirse en uno de los grandes alicientes de la ciudad. Son dos se?as de identidad del Badajoz de hoy que marcan decididamente la diferencia con la ciudad de hace veinte a?os.
Aprovechar la vecindad
Pero hay m¨¢s. Si antes su condici¨®n de localidad de paso dotaba a Badajoz de un problema a?adido, la desaparici¨®n de fronteras, la apuesta de Rodr¨ªguez Ibarra por la pol¨ªtica transfronteriza con el vecino Alentejo portugu¨¦s y la autov¨ªa han abierto posibilidades comerciales, tur¨ªsticas y empresariales.La ciudad perdi¨® la capitalidad auton¨®mica, pero ha crecido administrativamente como sede de los departamentos territoriales del Gobierno central, lo que ha originado roces pol¨ªticos con M¨¦rida.
Curiosamente, ese despegue lo alimentan los socialistas, pero han sido los populares los grandes beneficiados. Por eso la apuesta del PSOE es muy fuerte hacia Badajoz tras una etapa de vacilaciones y luchas internas. Como su aspirante figura Eduardo de Ordu?a, el hombre que ha sacado a la Diputaci¨®n del ostracismo que manten¨ªa como instituci¨®n provincial. Ha sido la suya una labor seria, planificada, abierta a sugerencias, reconocida y que empieza a dar fruto.
Aceptar la candidatura significa para Ordu?a renunciar al poder y pasar casi con toda seguridad a la oposici¨®n. Sin sobresaltos, de acuerdo con su car¨¢cter, acept¨®. En la ciudad m¨¢s de izquierdas de Extremadura, el PSOE busca recuperar la confianza p¨¦rdida de los ciudadanos y, de hecho, recortar¨¢ puntos al PP.
Ordu?a fija como objetivos la consolidaci¨®n de Badajoz como capital econ¨®mica y la recuperaci¨®n del casco viejo con una fecha fija, la del a?o 2006, dos retos que apoya el Ejecutivo regional.
Miguel Celdr¨¢n logr¨® para el PP la alcald¨ªa hace cuatro a?os, tras un largo periodo de Gobierno socialista. Es un individuo descarado, populista, con las ideas muy claras. Presume de una gesti¨®n honrada y eficaz y no duda en embarcarse en las obras que considere necesario, tenga o no el respaldo de otras instituciones. No se muerde la lengua ante sus rivales pol¨ªticos y tira de tono desafiante.
Los socialistas le califican muchas veces de "intolerante". Por ah¨ª da m¨¢s razones a sus adversarios que por sus acciones de gobierno, ciertamente eficaz para la ciudad.
Todo apunta a que ganar¨¢n los populares, pero la apuesta de los socialistas parece ser a medio plazo. Debilitar al rivalya puede ser un triunfo parcial pensando en un futuro pr¨®ximo, en concreto a cuatro a?os vista.
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