El suelo vasco se sube a las nubes
Ser una comunidad medianamente rica y con una alta calidad de vida trae consigo efectos secundarios. La ecuaci¨®n es casi matem¨¢tica: cuanto m¨¢s baja la tasa de paro m¨¢s sube el precio de los pisos. En el Pa¨ªs Vasco, esta f¨®rmula se dispara hasta un punto espectacular. Basta mirar la clasificaci¨®n elaborada el 31 de diciembre pasado por la Sociedad de Tasaci¨®n, empresa l¨ªder en Espa?a en valoraciones inmobiliarias. Los dos primeros puestos corresponden a Barcelona (con una media de 271.800 pesetas el metro cuadrado en viviendas nuevas libres) y Madrid, e inmediatamente detr¨¢s les siguen las tres capitales vascas. Por este orden, San Sebasti¨¢n (270.000 pesetas), Vitoria (239.100 pesetas) y Bilbao (210.000). En esta materia las cifras se prestan siempre al debate, porque cada instituci¨®n maneja unos n¨²meros diferentes. Pero la verdad est¨¢ en la calle. Cualquier ciudadano, sobre todo los de las tres capitales, sit¨²a el problema de la vivienda entre sus principales preocupaciones. Quienes no tengan la suerte de adquirir un piso protegido (esto sigue dependiendo del bombo, en un sorteo) est¨¢n condenados a vivir dos d¨¦cadas atados a un cr¨¦dito hipotecario. Ahora mismo, cualquier piso medio de nueva construcci¨®n supera los 20 millones. La realidad dice, y los estudios lo confirman, que la vivienda en San Sebasti¨¢n es un lujo al alcance de muy pocas personas. As¨ª es como muchos j¨®venes donostiarras han emigrado a las poblaciones m¨¢s pr¨®ximas a la metr¨®poli, sin que ello haya modificado a la baja el valor de las viviendas en el mercado libre. En el padr¨®n inmobiliario de San Sebasti¨¢n, que alcanza las 75.000 viviendas, uno de cada cinco pisos no es residencia principal. Por tanto, se usa como segunda residencia o sencillamente lleva m¨¢s de cuatro a?os con el cerrojo echado. Esta ciudad se encuentra en los primeros lugares del escalaf¨®n nacional en relaci¨®n a la carest¨ªa de los pisos, tanto usados como de nueva construcci¨®n. En los ¨²ltimos a?os, el Ayuntamiento donostiarra ha pretendido frenar la especulaci¨®n inmobiliaria otorgando prioridad a la construcci¨®n de viviendas de precio concertado y potenciando los alquileres. En San Sebasti¨¢n se han construido 3.168 viviendas sociales desde 1992. Las promociones de VPO han sufrido una tendencia alcista en este periodo, sobre todo en barrios como el Antiguo, Amara y Aiete, aunque tambi¨¦n est¨¢n en marcha dos proyectos en sendos emplazamientos pr¨®ximos al casco urbano: en mayo del a?o que viene se entregar¨¢n las llaves de 222 viviendas junto al r¨ªo Urumea y en el a?o 2002, las 252 que se construir¨¢n en Atotxa. Esta misma semana se ha aprobado la compra de suelo en el barrio de Altza y tambi¨¦n est¨¢n planeadas m¨¢s construcciones en Morlans (400 pisos), Riberas de Loiola (1.602) y en Auditz Akular (600), todos con precios controlados. Los estudios realizados sobre materia de vivienda tambi¨¦n ponen de relieve que en San Sebasti¨¢n los j¨®venes se decantan por la vivienda en propiedad (el 91%), frente a s¨®lo un 4% que optar¨ªa por el alquiler. Es revelador tambi¨¦n el dato de las personas que solicitan pisos protegidos: el 61% tiene menos de 30 a?os y los mayores de 34 a?os son el 23%. Adem¨¢s, sus ingresos medios ascienden a 2.200.000 pesetas al a?o. Tambi¨¦n se dan casos de picaresca o descuidos inexplicables. Algunos solicitantes han quedado excluidos de la lista al haberse comprobado que ten¨ªan pisos en propiedad, y otros por no presentar siquiera la declaraci¨®n de la Renta. Bilbao vive la paradoja de disponer de m¨¢s de 15.000 pisos vac¨ªos -m¨¢s del 10% de su parque actual, que totaliza cerca de 145.000 viviendas- y la demanda anual insatisfecha de 2.800 vecinos que reclaman un inmueble para habitar. "S¨®lo se produce una rotaci¨®n anual de 150 viviendas al a?o", admite Bego?a Gil, concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento. Con las dificultades de actuar con los pisos vac¨ªos, una de las opciones del consistorio para atender la demanda es desprenderse de su gran parque municipal de viviendas, el mayor de Espa?a. En 1998, ten¨ªa un total de 7.000 pisos de su propiedad, la mayor¨ªa en barrios perif¨¦ricos como Txurdinaga y Otxarkoaga, que fueron edificados por el franquismo para frenar el chabolismo. Ahora, tras iniciarse el proceso de venta a sus moradores, que los disfrutaban en r¨¦gimen de alquiler, se han quedado en apenas unos 6.000. Esta operaci¨®n ha sufrido sucesivos retrasos por dificultades legales que evitaran el encarecimiento de la venta a familias humildes -se est¨¢n adquiriendo a una media de entre dos y tres millones de pesetas- y es uno de los fundamentos de la pol¨ªtica de vivienda en la capital vizca¨ªna. Con ella se esperan recaudar este a?o cerca de 2.000 millones de pesetas, una cantidad que se dedicar¨¢ a la promoci¨®n de pisos de protecci¨®n oficial. Pese a las promesas y proyectos anunciados, la construcci¨®n de pisos protegidos (esto es, la suma de los sociales m¨¢s los denominados de segmento medio y alto) ha sido el gran fiasco en esta legislatura. Seg¨²n datos municipales, s¨®lo se han concluido medio centenar de viviendas de este tipo en cuatro a?os. El futuro inmediato es, al menos, m¨¢s esperanzador: en los pr¨®ximos a?os hay media docena de proyectos diferentes para edificar m¨¢s de 5.000 viviendas, de las que cerca de 4.000 ser¨¢n protegidas. La actuaci¨®n m¨¢s espectacular ser¨¢ en la degradada Bilbao La Vieja, donde en una inmensa zona de 43 hect¨¢reas, ocupada por antiguas minas, se prev¨¦n edificar m¨¢s de 3.000 pisos. Con el mercado libre, a cargo de la iniciativa privada, el problema sigue siendo el precio, aupado al alza por la escasez de oferta. Seg¨²n los datos del Gobierno vasco, el metro cuadrado en Bilbao oscila entre las 220.000 y las 255.000 pesetas, seg¨²n se trate de un piso usado o nuevo, un coste que es sensiblemente inferior al de San Sebasti¨¢n y Vitoria. El precio medio de una vivienda en Bilbao se situar¨ªa as¨ª en unos 21 millones de pesetas. La evoluci¨®n del precio no ha parado de crecer a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada, aunque a un ritmo menor que en las capitales vecinas. En las viviendas usadas, las estad¨ªsticas del Gobierno vasco revelan que el metro cuadrado se cotizaba en 1994 a 192.000 pesetas; en 1996, a 212.000 pesetas y, a finales del a?o pasado, 225.000 pesetas. Es decir, un 15% m¨¢s en cuatro a?os.
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