Con Europa AGUST? FANCELLI
Decimoquinto y ¨²ltimo d¨ªa. Hoy: una de los Ozores, la que prefieran. Bueno, ma?ana tambi¨¦n votamos la cosa europea. Reflexi¨®n primera: se trata de una cosa bastante extra?a, pues nos permite votar desde Catalu?a a la Coalici¨®n Canaria y desde Canarias a Pere Esteve, siempre y cuando se haga una hora m¨¢s tarde. Tambi¨¦n tenemos on line a los vascos y a los gallegos. Es decir, disponemos de muchas posibilidades para enviar al que m¨¢s rabia nos d¨¦ a comer choucroute a Estrasburgo. De hecho, son los propios partidos los que se sirven de este Parlamento para el descarte. Ah¨ª est¨¢, sin ir m¨¢s lejos, Pere Esteve, que por declararse en Barcelona tan amigo de los vascos y los gallegos, ahora le toca irse a vivir con ellos a Alsacia. Brrrr. Reflexi¨®n segunda: en esta campa?a se grita m¨¢s que en las municipales. Donde tienes la olla, las irritaciones en la entrepierna suelen escocer m¨¢s y los aullidos resuenan a mayor volumen. Ser¨¢ pues que nuestra olla, sin que nos hayamos enterado del todo, est¨¢ cada vez m¨¢s en Bruselas y menos en la cocina de casa. El problema es que en la cocina de casa sabes qu¨¦ le echas a la olla, pero en Bruselas, no. Y yo cuando me chuto de pollo quiero saber con qu¨¦ lo hago. Es como una man¨ªa Reflexi¨®n tercera: Europa es una pasi¨®n, y por eso encabezando las dos listas m¨¢s importantes del pa¨ªs tenemos a dos mujeres apasionadas: Loyola de Palacios y Rosa D¨ªez. Cada vez que las he visto por la tele estos d¨ªas me he acordado de aquella pel¨ªcula tan surrealista de Ferreri, Ciao maschio. Bueno, ahora ya no me parece tan surrealista. En realidad me parece puro realismo. Los surrealistas son Vittorio de Sica y Anna Magnani. De Rosa D¨ªez se me ha quedado adherido a las neuronas un piropo -se supone, pues va en su lista- que le lanz¨® el siempre animoso Raimon Obiols: escardalenca. Del mismo modo que Pere Gimferrer convivir¨¢ el resto de sus d¨ªas con la palabra parany, yo lo har¨¦ con la escardalenca Rosa D¨ªez. Mon Dieu, no s¨¦ si podr¨¦ soportarlo. Reflexi¨®n cuarta: lo que m¨¢s me gusta de la campa?a europea es que todos los candidatos repiten mucho "E"pa?a, E"pa?a" y a todo el mundo le parece la mar de bien. En las elecciones peque?itas, cuando sale "E"pa?a" siempre piensas miau, a ver por d¨®nde me sale ¨¦ste. En cambio, en las europeas, tan grandotas, puedes ir por la vida como Manolo el del bombo, y eso te da cierto nivel. Yo he imaginado estos d¨ªas a Loyola con boina y arreando mazazos en la puerta de la Comisi¨®n y, francamente, daba el perfil. Rosa D¨ªez un poco menos. Para ella prefiero el modelo tamborilero de Raphael. Por ¨²ltimo, les confesar¨¦ un vicio: pienso llevarme de mi colegio electoral la colecci¨®n completa de las listas europeas. Soy fetichista, lo habr¨¢n adivinado. Esto es todo, amigos.
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