Pristina quedar¨¢ hoy bajo control aliado
Brit¨¢nicos y franceses entrar¨¢n esta madrugada; los estadounidenses ir¨¢n despu¨¦s
Al alba. Rug¨ªan las palas de los helic¨®pteros y los motores de los blindados. La Cuarta Brigada brit¨¢nica y la Brigada Francesa se aprestaban a cruzar, en torno a las cinco de esta madrugada, la frontera entre Macedonia y la Federaci¨®n Yugoslava para ocupar Pristina, la capital de Kosovo. Las tropas alemanas preve¨ªan hacerlo a las once de la ma?ana. Los soldados estadounidenses y rusos esperar¨¢n a una segunda oleada. Un inesperado minidespliegue de soldados rusos hacia Belgrado y luego hacia Kosovo cre¨® la confusi¨®n militar y diplom¨¢tica: primero provoc¨® la "alerta m¨¢xima" de los brit¨¢nicos, que estuvieron a punto de galopar a Pristina. Luego, aplaz¨® la operaci¨®n unas horas.
, ENVIADO ESPECIAL
"En la tarde de ma?ana un sustancial n¨²mero de fuerzas aliadas estar¨¢n en Kosovo", asegur¨® un alto funcionario de la OTAN. La vanguardia estar¨¢ compuesta por las brigadas de paracaidistas encargadas de tomar el aeropuerto de Pristina, y varios miles de soldados -fuentes oficiosas calculaban que unos 8.000- con la funci¨®n de "aposentarse" s¨®lidamente en el terreno en 48 horas y preparar las sucesivas oleadas de la Kfor. Entre los primeros, sin embargo, no hab¨ªa ni americanos ni rusos, que quedan para un segundo momento. Los pioneros de la liberaci¨®n de Kosovo forman tres columnas. La v¨ªa de entrada de los brit¨¢nicos era Blace -donde se cre¨® el improvisado campo de refugiados de triste recuerdo tras la gran deportaci¨®n de final de marzo- y la de los franceses, Kumanovo, el lugar donde se reunieron los jefes militares aliados y yugoslavos para acordar los detalles de la retirada serbia, que ayer empez¨® a tomar cuerpo seriamente. El primer objetivo de los francobrit¨¢nicos es Pristina. La tercera columna, alemana, se desdoblaba en dos ramas, con objeto de instalarse en la castigada ciudad sudoccidental de Prizren. Una deb¨ªa partir de Kukes -al Norte de Albania- y otra, como la brit¨¢nica aunque horas m¨¢s tarde, desde Skopje hacia Pristina, para doblar en Orica, en direcci¨®n Oeste, hasta encontrarse con la procedente de Albania. Los soldados aliados garantizar¨¢n la seguridad de las principales carreteras, vigilar¨¢n que hayan sido desminadas, y prevendr¨¢n posibles escaramuzas. Tras ocupar Pristina, y en sucesivas fases, se ir¨¢n extendiendo por las carreteras locales y por todo el territorio -del tama?o de Asturias- como una mancha de aceite. De momento s¨®lo habr¨¢ europeos. Los americanos se incorporar¨¢n m¨¢s tarde. Oficialmente, por su retraso, ya que los 4.000 marines que desembarcaron anteanoche cerca de Tesal¨®nica no estaban a¨²n preparados. En la pr¨¢ctica, quiz¨¢ tampoco se apuraron m¨¢s a causa de la sorpresa moscovita.
Alerta m¨¢xima
El despliegue de unos 200 soldados rusos, procedentes de la SFOR de Bosnia, hacia Belgrado y luego hacia el Norte de Kosovo, sin entrar en la provincia, sorprendi¨® a todos. Parec¨ªa prefigurar la carrera hacia el Berl¨ªn de Hitler, en 1945, en la que compitieron occidentales y sovi¨¦ticos, con unas tablas como resultado, traducidas en la divisi¨®n de Alemania. Un mal augurio para quienes han defendido un Kosovo multi¨¦tnico. Tanta fue la agitaci¨®n que el mando brit¨¢nico estableci¨® la "alerta m¨¢xima" para sus tropas, aprest¨¢ndose a cabalgar hacia Pristina. Pero tras distintas discusiones pol¨ªtico-militares, lo suprimi¨® sobre las cinco de la tarde. En la pr¨¢ctica, quiz¨¢ el argumento de que los marines americanos entrar¨¢n en una segunda fase tranquiliz¨® a Mosc¨², para quien el plato europeo siempre se indigesta menos. En Skopje, la secretaria de Estado de EEUU, Madeleine Albright, asegur¨® que el ministro ruso de Exteriores, ?gor Ivanov, le hab¨ªa "comentado que debe haber un mando unificado y que el movimiento de las tropas rusas es un paso preliminar a la espera de desplegarlas", pero ¨¦sto no se har¨¢ hasta que se produzca el acuerdo sobre c¨®mo encajarlas con las de la Alianza. Y es que a la primera reacci¨®n de desconcierto y preocupaci¨®n por la maniobra rusa -de gran calado pol¨ªtico/diplom¨¢tico, pero de escasa entidad militar, pues se trata de unos 200 soldados, s¨®lo la cabeza de otros 1.800 que deben llegar desde Rusia-, le sucedi¨® en medios de la OTAN otra de serenidad. E incluso de "bienvenida" oficial. "Nos alegramos de la iniciativa y buscaremos f¨®rmulas imaginativas y flexibles" para incorporar a Rusia a la Kfor, declar¨® al caer la tarde un alto funcionario aliado, tras haberse comprobado que el camino hacia Pristina no ser¨¢ un Berl¨ªn-2.
Lento avance
Los jefes militares previeron un avance de sus tropas a paso de tortuga, un m¨¢ximo de 15 kil¨®metros por hora. No s¨®lo porque deben verificar la ausencia de minas y bombas inexplotadas. Sino tambi¨¦n porque la carretera de Blace a Pristina est¨¢ muy da?ada. Y acoger¨¢ probablemente al mismo tiempo -quiz¨¢ no hoy, pero a buen seguro en los pr¨®ximos d¨ªas- a otros usuarios, los soldados yugoslavos en retirada, porque los primeros en volver a Serbia son los emplazados en el Norte, no los del Sur. Pero la combinac¨®n de esa lentitud con el madrug¨®n debe permitir al jefe del operativo, el general brit¨¢nico Michael Jackson, protagonizar una conferencia de prensa cargada de simbolismo en la capital kosovar a la ca¨ªda del sol. Tras los militares, llegar¨¢n a Kosovo las primeras ONG para prestar ayuda humanitaria -sobre todo alimentaria, sanitaria y de suministro de agua potable- a la poblaci¨®n aut¨®ctona, incluido el enorme n¨²mero de desplazados albanokosovares que pululan por su patria desde hace semanas sin orden ni concierto. Llegar¨¢ enseguida la hora del desvelamiento cient¨ªfico de los horrores enmascarados, la apertura de las fosas comunes, entre otros. Desde principios de la semana pr¨®xima, una misi¨®n del Tribunal Internacional contra los Cr¨ªmenes de Guerra en la antigua Yugoslavia, participar¨¢ activamente en ellos. Enseguida, algunos grupos de refugiados en los campos de Albania y Macedonia querr¨¢n volver. "Milosevic ha perdido y los kosovares volver¨¢n pronto a casa", declar¨® Madeleine Albright, quien viaj¨® ayer a Macedonia para visitar el campo de Stankovic-1, junto a la frontera. "Estamos obligados a ayudaros para que recuper¨¦is una vida normal", les dijo.
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