El profesor Bustelo, sobre el FMI
Don Pablo Bustelo, provocado por mi art¨ªculo sobre Lo que se sigue sin escribir sobre el FMI (EL PA?S, 2 de junio de 1999), en una carta a este peri¨®dico (EL PA?S, 6 de junio) manifiesta su desacuerdo y se siente obligado a hacer algunas precisiones al respecto. La primera de ellas disputa mi afirmaci¨®n de que la crisis financiera se ha superado con rapidez. Es ¨¦sta una cuesti¨®n de juicio, ya que lo que para unos es r¨¢pido, para otros puede ser penosamente lento. Yo creo que pasar en dos a?os de una situaci¨®n en la que se auguraba una profunda crisis financiera mundial -y no tenemos m¨¢s que recordar cu¨¢ntas voces se alzaron entonces en ese sentido- a otra de relativa calma es remarcablemente r¨¢pido, y para probarlo basta mencionar la experiencia de crisis previas (por ejemplo, la de la deuda de los a?os ochenta o la del petr¨®leo de 1os setenta). Pero el profesor Bustelo considera lento el proceso por la presencia continuada de econom¨ªas emergentes fr¨¢giles. Dicha fragilidad me llev¨® a reconocer expl¨ªcitamente en mi art¨ªculo los riesgos que contin¨²an acechando a la econom¨ªa mundial. Y a esto a?adir¨¦ que si tuvi¨¦ramos que esperar a que la vulnerabilidad financiera desapareciera por completo, nunca podr¨ªamos declarar a una crisis como superada. En su segunda precisi¨®n, el profesor Bustelo menciona el cambio efectuado en las pol¨ªticas fiscal y monetaria de los programas del FMI en Asia, seg¨²n ¨¦l debido al clamor de las cr¨ªticas iniciales. Aqu¨ª, s¨®lo tengo que hacer dos observaciones: una, que el FMI t¨ªpicamente adapta las pol¨ªticas de los programas que apoya cuando as¨ª lo exigen o lo permiten las circunstancias, y el caso de Asia no es una excepci¨®n; dos, mi art¨ªculo reconoce abiertamente el valor de las cr¨ªticas para encontrar soluciones. Y si el FMI ha corregido un error gracias a ellas, deber¨ªa ser felicitado, no criticado por ello. La tercera precisi¨®n es la desavenencia entre el Banco Mundial y el FMI sobre la gesti¨®n de la crisis asi¨¢tica, la primera en la historia de estas instituciones, apunta el profesor Bustelo. Francamente, esta observaci¨®n me parece de poca relevancia. Un desacuerdo por parte del Banco Mundial, se trate o no del primero (que, por cierto, no lo es), no demuestra que el FMI se haya equivocado. En su cuarta y ¨²ltima precisi¨®n, el profesor Bustelo nos recuerda que algunas de las cr¨ªticas hechas al FMI provienen de conocidos economistas, algunos de ellos partidarios de la instituci¨®n. Dornbusch, Feldstein, Frankel y Sachs son mencionados en este contexto. Pero esta observaci¨®n tiene poco que ver con mi art¨ªculo. De las cr¨ªticas al FMI me ocup¨¦ en un art¨ªculo anterior, Lo que no se escribe sobre el FMI (EL PA?S, 22 de diciembre de 1998), al que refiero al profesor Bustelo. En el art¨ªculo bajo discusi¨®n aqu¨ª, lo que hago es se?alar que los cr¨ªticos se callan cuando la calma se restablece. Y ¨¦ste parece ser el caso tambi¨¦n con los autores mencionados.- . .
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.