Exploraci¨®n de la diversidad en Alicante
Luz en la oscuridad. No hay frase que mejor resuma el trabajo que gran parte de los microbi¨®logos realizan actualmente en todo el mundo para caracterizar los ambientes donde habitan los microorganismos y, lo que es m¨¢s importante, definir criterios que permitan no s¨®lo la identificaci¨®n de los mismos sino tambi¨¦n cu¨¢les de ellos son dominantes en los distintos ecosistemas. Al menos eso es lo que piensa Carlos Pedr¨®s-Ali¨®, investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona y coordinador del proyecto europeo Midas. El objetivo de este proyecto es, precisamente, aportar una metodolog¨ªa est¨¢ndar que permita sacar a la luz nuevos microorganismos, caracterizarlos y visualizar las condiciones de su entorno. Los trabajos de la segunda fase del proyecto finalizaron recientemente en las salinas de Santa Pola, en Alicante. Pedr¨®s-Ali¨® recurre a una met¨¢fora para explicar el alcance del proyecto Midas, dotado con 1.300.000 de ecus para tres a?os (poco m¨¢s de 200 millones de pesetas) a repartir entre seis grupos de investigaci¨®n europeos: "Todav¨ªa no sabemos qu¨¦ ambientes microbianos equivalen a selvas tropicales o cu¨¢les a desiertos", afirma.
Predadores y pat¨®genos
Dicho de otro modo, qu¨¦ condiciones debe reunir un ecosistema determinado para que exista una gran biodiversidad de microorganismos y cu¨¢les son los factores limitantes para que una especie bacteriana domine sobre el resto, por ejemplo, o cu¨¢les son sus predadores naturales o qu¨¦ influencia ejercen en ese ambiente pat¨®genos biol¨®gicos y qu¨ªmicos introducidos por la actividad humana. "Conocemos unas 4.000 especies de bacterias", razona. Esa cantidad equivale, seg¨²n estiman los expertos, tan s¨®lo al 1% de los que probablemente existen en la Tierra. El gran problema al que deben enfrentarse los cient¨ªficos, contin¨²a Pedr¨®s-Ali¨®, es la falta de una metodolog¨ªa clara y con criterios unificados que permita avanzar en una misma direcci¨®n. De ah¨ª, resalta, la importancia de los trabajos realizados en Santa Pola. Las salinas, explica Aharon Oren, profesor de ecolog¨ªa microbiana de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n y experto en ambientes halof¨ªlicos (hipersalinos), constituyen un espacio id¨®neo para este tipo de trabajos. "En apenas dos kil¨®metros tenemos la mayor diversidad de ambientes posibles".
Ambientes que se caracterizan, apunta Pedr¨®s-Ali¨®, por su estabilidad ecol¨®gica, por una biodiversidad mayor de lo que los sistemas hipersalinos har¨ªan suponer y una relativa facilidad de manejo. "En un mililitro de agua de salinas podemos llegar a contabilizar hasta 100 millones de bacterias". En aguas marinas, la cantidad se reduce a "s¨®lo" 100.000 bacterias.
No se descarta que tras la recogida masiva de muestras realizada durante dos semanas en Santa Pola, aparezcan nuevas especies. Tambi¨¦n se caracterizar¨¢n los mecanismos que afectan a la biodiversidad bacteriana, al tiempo que se pretende identificar mol¨¦culas o principios activos de organismos de ambientes extremos. Los resultados del trabajo de unificaci¨®n de criterios se traducir¨¢n en una nueva recogida de muestras el pr¨®ximo a?o en aguas costeras de Dinamarca. En el proyecto participan cient¨ªficos de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Alicante y expertos de Dinamarca y Noruega.
Aplicaciones
El estudio de las salinas est¨¢ proporcionando, en todo el mundo, conocimientos novedosos sobre la fisiolog¨ªa de bacterias y arqueas, los microorganismos m¨¢s abundantes, de los cuales podr¨ªan derivarse en el futuro aplicaciones biotecnol¨®gicas. Seg¨²n destaca Aharon Oren, en los ambientes hipersalinos existe una enorme biodiversidad que se caracteriza, entre otros aspectos, por el desarrollo de adaptaciones imprescindibles para mantener en equilibrio las concentraciones del medio acuoso y de las c¨¦lulas que forman los microorganismos. "La producci¨®n de sal est¨¢ muy influenciada por la presencia de micoorganismos", dice Aharon Oren. "Sin ellos, los procesos de evaporaci¨®n y cristalizaci¨®n que permiten la obtenci¨®n de sal no ser¨ªan viables". Una aplicaci¨®n es aprovechar este potencial para incrementar la productividad de las salinas de modo biol¨®gico.
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