El Constitucional franc¨¦s frena la ense?anza de lenguas minoritarias

El Estado jacobino no cede. El Consejo Constitucional franc¨¦s, que hab¨ªa sido requerido por el presidente Jacques Chirac ante la decisi¨®n gubernamental de firmar la Carta Europea de Lenguas Regionales y Minoritarias (CELRM), ha considerado que eso es imposible. Seg¨²n sus guardianes, la Carta Magna es tajante desde su art¨ªculo 2?, ese en el que afirma que "el franc¨¦s es el idioma de la Rep¨²blica". Esa formulaci¨®n hace imposible admitir otros idiomas hablados en Francia como lenguas dignas de figurar en la vida p¨²blica. Lionel Jospin pretend¨ªa firmar 37 -el m¨ªnimo obligatorio es de 35- de los 98 art¨ªculos de la CELRM. Aconsejado por el constitucionalista Guy Carcassonne, estaba dispuesto a dar "por liquidada esa ¨¦poca en que la unidad nacional y la pluralidad de las culturas nacionales parec¨ªan incompatibles". Se trataba de un gesto prudente pues la redacci¨®n de la CELRM autoriza "permitir o estimular la ense?anza de una lengua regional". Para Carcassonne no cab¨ªan dudas: "Nosotros permitiremos, pero no estimularemos". El Consejo Constitucional cree que esa permisividad ya era excesiva. Lo cierto es que algunas cl¨¢usulas est¨¢n en contradicci¨®n con la muy centralista Constituci¨®n, que recuerda siempre la "indivisibilidad de la Rep¨²blica" y niega la existencia legal de "grupos" o "pueblos" en la medida en que se podr¨ªa discriminar al resto de los franceses. El problema de las minor¨ªas culturales en Francia es relativo porque sus demandas son t¨ªmidas. S¨®lo 335.000 de los 12 millones de estudiantes aprenden alguna de las lenguas regionales reconocidas -corso, bret¨®n, alsaciano, flamenco, occitano, catal¨¢n, vasco- y el 80% de esa cifra corresponde al alsaciano, una variante dialectal del alem¨¢n. El porcentaje de ense?anza s¨®lo es muy importante en C¨®rcega, donde el 80% de los ni?os aprende el corso, aunque la escolaridad no es en corso.