Sirios y suecos

Si un d¨ªa antes de la inauguraci¨®n, el presidente de Ferias Ja¨¦n, Diego Torres, dec¨ªa que las instalaciones estar¨ªan "como un pincel" para la hora convenida, la frase se tendr¨ªa que haber modificado ayer despu¨¦s de que el nuevo edificio apareciese completamente en obras y los nuevos aparcamientos sin asfaltar. El edificio central de Expoliva, inaugurado en la pasada edici¨®n celebrada hace dos a?os, s¨ª estaba a punto, preparado para recibir el trasiego de personas que tendr¨¢ que aguantar hasta el domingo. Una vez m¨¢s los puestos que m¨¢s repletos estaban eran los que ofrec¨ªan alg¨²n producto gratis, desde camisetas hasta gorras o peque?as muestras de aceite envasadas en diminutos y atractivos botes de cristal. Los comerciales se afanaban para dar las primeras explicaciones sobre la maquinaria a los olivareros, que ahora tienen dinero fresco en los bolsillos una vez terminada la recolecci¨®n de la aceituna y se encuentran en disposici¨®n de comprar para modernizar las f¨¢bricas de cara a la pr¨®xima cosecha. La presencia internacional, que se ha disparado desde la decena de expositores de Expoliva 97 hasta la treintena de esta edici¨®n, se dejaba notar con la presencia del c¨®nsul de Marruecos en Algeciras o con el stand de Siria, que por primera vez acude a Ja¨¦n. Mohaed Zouheir, del Ministerio de Agricultura, explic¨® que de la primera visita que realiza a la feria espera conseguir una proyecci¨®n para dar a conocer su producto, abrir nuevos mercados y establecer una l¨ªnea de colaboraci¨®n para el futuro. Similares objetivos persiguen tunecinos, turcos o alemanes y suecos. Estos ¨²ltimos no como productores, sino como vendedores de tecnolog¨ªa.