El IVAM redescubre las esculturas a¨¦reas de Mois¨¦s Vill¨¨lia en una gran retrospectiva
Mois¨¦s Vill¨¨lia (Barcelona, 1928-1994) busc¨® deliberadamente el aislamiento para crear sus esculturas a¨¦reas. A trav¨¦s de su amigo Joan Brossa conoci¨® a los artistas que formaron el grupo Dau al set, y a otros como Joan Mir¨®, pero Vill¨¨lia siempre rehuy¨® los c¨ªrculos comerciales del arte para recluirse en sus construcciones dibujadas en el espacio. Por ello, su obra, aunque muy apreciada por sus compa?eros de generaci¨®n, no ha gozado de una gran difusi¨®n. Ahora, el IVAM exhibe 40 piezas del escultor que sigui¨® las l¨ªneas de la ca?a de bamb¨² para extraer nuevas y sugerentes formas de marcado acento po¨¦tico en la primera gran exposici¨®n retrospectiva que se le dedica.
"Esta exposici¨®n no salda la deuda que tiene este pa¨ªs con Vill¨¨lia, pero es un primer paso", coment¨® la comisaria de la exposici¨®n Maria Llu?sa Borr¨¢s, quien calific¨® al artista de "escultor excepcional" y de "personalidad ¨²nica en el panorama art¨ªstico". "Y no es exagerar", a?adi¨® con vehemencia Borr¨¢s poco antes de explicar que se trata de un artista "maldito", porque su obra no ha tenido la trascendencia de otros artistas coet¨¢neos de menor entidad, asegur¨® la comisaria. Ese componente excepcional y ¨²nico se fundamenta en la concepci¨®n original del artista, que no entr¨® en la tendencias escult¨®rica abstractas ni en la extendida forja del hierro, creando un mundo singular. Aprendi¨® la talla de madera en el taller de su padre y atraves¨® la l¨ªnea, muchas veces difusa, entre el artesano y artista. Utiliz¨® en su obras todo tipo de materiales: ca?a de bamb¨², madera de sauce, cactus, alambres, palillos, corcho, hilos e incluso la corteza de una calabaza que hall¨® en el estudio de Mir¨® y convirti¨® en una de las piezas escult¨®ricas que se exhiben en el IVAM hasta el 5 de septiembre. La luz tamizada de la sala contribuye a destacar los contornos de la mayor¨ªa de sus esculturas que, formadas por diversos cuerpos unidos entre s¨ª de m¨²ltiples maneras, se suspenden en el vac¨ªo. "Dibujaba en el espacio y se inspiraba mucho observando la naturaleza para despu¨¦s crear lo que llamaba sus fantasmas", relat¨® ayer la viuda del escultor, la pintora Magad Bolumar, que estuvo acompa?ada por su hijo, el tambi¨¦n escultor Nahum Vill¨¨lia. Tras pasar estancias en Par¨ªs, Buenos Aires y Quito (Ecuador), Vill¨¨lia vuelve a Catalu?a y se instala en la poblaci¨®n pirinaica de Moll¨® a mediados de los a?os setenta. Reanuda entonces sus contactos con Brossa, T¨¤pies, Joaquim Gomis o Cirici Pellicer, pero sobre todo se recluye en la casa de monta?a y retoma cierta figuraci¨®n surrealizante empleando la madera de sauce que abunda en aquellas tierras. Su producci¨®n es muy amplia y muchas de las obras reunidas en el museo valenciano pertenecen a colecciones particulares de T¨¤pies, Joan Perucho y otros artistas y amigos. La selecci¨®n se ha realizado atendiendo a las construcciones m¨¢s sobresalientes, dando preponderancia a las obras de bamb¨², el material que le ha dado la mayor especificidad. Huella prehisp¨¢nica El prop¨®sito ha sido privilegiar la vocaci¨®n escult¨®rica de Vill¨¨lia, que tambi¨¦n trabaj¨® en el campo de la escenograf¨ªa, el mueble, la arquitectura o la jardiner¨ªa, record¨® el director del IVAM, Juan Manuel Bonet. A ra¨ªz de su paso por Ecuador, Vill¨¨lia se interes¨® por la escultura prehisp¨¢nica, que dej¨® huella en sus esculturas a¨¦reas, fr¨¢giles y algunas tambi¨¦n s¨®lidas, "basadas en la idea de movilidad" y con un fuerte impulso po¨¦tico, agreg¨® Bonet. Adem¨¢s de escribir poes¨ªa, Vill¨¨lia plasm¨® su testamento art¨ªstico en la obra teatral El artista. El director del museo sostuvo que la exposici¨®n "era muy necesaria" para redescubrir una obra "que merece una revisi¨®n total", en palabras de la comisaria. La Fundaci¨®n Joan Mir¨® de Barcelona y la Generalitat de Catalunya organizaron una retrospectiva en 1983 pero no tan amplia como la actual.
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