Columnas de refugiados vuelven a colapsar los puestos fronterizos en su viaje de regreso
M¨¢s de 26.000 refugiados albanokosovares intentan regresar por sus propios medios a sus hogares. Un verdadero mar de desplazados procedentes de Albania -unos 18.000 se hab¨ªan registrado al mediod¨ªa de ayer- colaps¨® la carretera entre el puesto fronterizo de Morina y Prizren, y otros 3.000 se dirigieron a Kosovo desde Macedonia. Al mediod¨ªa, dos soldados alemanes izaron en Morina, sobre el edificio de la aduana del lado kosovar, la bandera de la OTAN, tras haber aceptado el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) retirar la roja de Albania y apartarse del puesto fronterizo un comandante de la guerrilla kosovar.
Nada los detiene, ni el miedo a las minas, ni las advertencias de las organizaciones humanitarias o los consejos de la fuerza internacional de paz (Kfor). El retorno ordenado se ha convertido en una tarea imposible, como tratar de ponerle puertas al campo. Quieren volver a casa cuanto antes, tras las semanas pasadas en los campamentos o en casas de familias en Albania. El teniente coronel Maximilian Eder, de las fuerzas alemanas de pacificaci¨®n, comenta el peligro que representan las minas para los refugiados y dice que se han producido ya casos de heridos. En el mismo puesto fronterizo, la Kfor ha tendido una l¨ªnea con cinta roja que advierte del peligro de minas. A simple vista, se aprecia una entre la hierba. El militar alem¨¢n explica que es una de las m¨¢s perniciosas, porque esparce metralla en 50 metros a la redonda.
Jos¨¦ Juan Ortiz Bru, un espa?ol representante de la organizaci¨®n de la ONU para la infancia, Unicef, contemplaba desde el puesto fronterizo la riada humana. Comenta Ortiz que lo ocurrido era previsible. Una de las hip¨®tesis era la de "riada incontrolada" de refugiados. Ortiz lamenta no haber podido organizar una campa?a de informaci¨®n sobre el peligro de las minas y asegurar un retorno "con seguridad y dignidad".
No obstante, ayer, al borde de la carretera se repart¨ªan alimentos. Los refugiados regresan bien abastecidos, al menos as¨ª lo parece, con productos que en Kosovo no se encuentran, como detergente, az¨²car o aceite. No se confirma el rumor de que un ni?o muri¨® en el pueblo de Korisa, a siete kil¨®metros de Prizren, por pisar una mina. Lo que s¨ª result¨® cierto es la muerte de un joven albanokosovar, que rob¨® un aparato de v¨ªdeo en la casa que hab¨ªa abandonado una familia serbia. Al poner el v¨ªdeo en funcionamiento, estall¨® una bomba conectada con el aparato, mat¨® al joven e hiri¨® de gravedad a otro.
La caravana de los refugiados sigui¨® durante la noche del mi¨¦rcoles al jueves. Bajo las estrellas, los ni?os que se amontonan en los tractores parecen agotados y asoman sus cabezas por debajo de las mantas que de d¨ªa les protegen del sol o de las trombas de agua.
La carretera entre Morina y Prizren era un caos en ambas direcciones. Se mezclaban los refugiados que regresaban con otros convoyes en direcci¨®n contraria, con tractores vac¨ªos de familiares que iban a buscar a los suyos a Albania. Adem¨¢s, veh¨ªculos militares y transportes de organizaciones humanitarias de toda laya y nacionalidad. Para intentar controlar el caos, se ha establecido que la carretera se utilice por la ma?ana en direcci¨®n a Albania y por la noche hacia Kosovo. Pero esto no basta para subsanar los fenomenales atascos.
Ayer al mediod¨ªa ya se hab¨ªa formado una cola que espera para partir hacia Albania. Por si fuera poco, en medio de ambas filas trataban de colarse los veh¨ªculos de la Kfor. Elementos del ELK, soldados alemanes y espont¨¢neos trataban de organizar la caravana.
Las tropas alemanas de la fuerza internacional de paz realizaron ayer un gesto simb¨®lico para dejar claro qui¨¦n manda en Kosovo. A las 12.00 izaron la bandera de la OTAN sobre el puesto fronterizo, en el lado kosovar. Los mandos alemanes hab¨ªan acordado con el jefe del ELK en la regi¨®n, el comandante Ekren Rexha, alias Drini, que los secesionistas retirar¨ªan la bandera albanesa y abandonar¨ªa el lugar un comandante que se hab¨ªa instalado all¨ª, al lado del teniente alem¨¢n de la Kfor.
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