Los soldados espa?oles entran en acci¨®n para escoltar a grupos serbios que regresan a Pec

La OTAN lanz¨® ayer un mensaje muy claro a la guerrilla albanokosovar del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK): la guerra no se ha hecho para darle la vuelta a la limpieza ¨¦tnica de Milosevic, el Kosovo del futuro ser¨¢ multi¨¦tnico o no ser¨¢. La brigada italiana, en la que participan los militares espa?oles, organiz¨® una operaci¨®n sin precedentes para repatriar a la ciudad de Pec a 70 serbios. Son s¨®lo los primeros de un grupo de 2.000 vecinos de etnia serbia que se refugiaron en Montenegro tras la retirada del Ej¨¦rcito yugoslavo y a los que se quiere traer de vuelta en los pr¨®ximos d¨ªas.

La Kfor mont¨® un gran dispositivo militar para asegurarse de que el retorno se producir¨ªa sin incidentes. El general italiano Mauro del Vecchio y el coronel espa?ol Vicente D¨ªaz de Villegas se trasladaron por la ma?ana a la frontera de Kosovo con Montenegro para hacerse cargo de los refugiados serbios, que regresaron en 21 turismos, dos microbuses y un cami¨®n. Adem¨¢s de los 17 veh¨ªculos militares que escoltaban el convoy, numerosos blindados -entre ellos, carros de combate Leopard y veh¨ªculos de combate de caballer¨ªa Centauro- permanecieron apostados a lo largo de todo el recorrido.

La disuasi¨®n militar vino precedida de intensas gestiones diplom¨¢ticas. El general italiano y el coronel espa?ol, que visitaron el domingo por la tarde al pope Anphilohije en la sede del patriarcado ortodoxo, organizaron esa misma noche un encuentro entre ¨¦ste y el jefe local del ELK, Etan Ceku, en el hotel Metohija, sede del cuartel general de la brigada.

La reuni¨®n, que se prolong¨® hasta altas horas de la madrugada, no estuvo exenta de momentos de tensi¨®n. El comandante guerrillero reproch¨® al l¨ªder religioso su despreocupaci¨®n por la suerte de los miles de vecinos musulmanes que fueron perseguidos por los serbios y ¨¦ste se defendi¨® alegando que la Iglesia ortodoxa ha sido muy cr¨ªtica con el r¨¦gimen de Milosevic.

El pope pidi¨® que se aclare el paradero de media docena de serbios secuestrados en los ¨²ltimos d¨ªas, a lo que su interlocutor repuso que no hab¨ªan sido sus hombres los autores de tales acciones, aunque no descart¨® que sean obra de milicianos de otras localidades.

Finalmente, los mandos de la OTAN arrancaron al comandante albanokosovar su visto bueno para la repatriaci¨®n de los serbios efectuada ayer. Pese a ello, un comit¨¦ de recibimiento del ELK, que pretend¨ªa salir al encuentro de los serbios, fue obligado a darse la vuelta en un puesto de control.

A pesar de las conversaciones mantenidas con un responsable ministerial yugoslavo que acudi¨® a la frontera para supervisar la repatriaci¨®n, los soldados de la OTAN confiscaron a los refugiados serbios un Kalashnikov, una carabina Simonov, ocho pistolas y numerosos cargadores de munici¨®n.

Saludos con dos dedos

Algunos de los refugiados saludaban desde los veh¨ªculos haciendo el signo de la victoria, aunque s¨®lo con dos dedos, y no con tres como se acostumbra en Serbia. Su paso fue observado con curiosidad por los escasos viandantes, ya que el centro de Pec -Peje, en alban¨¦s- est¨¢ devastado y pocos albanokosovares han podido regresar a sus hogares. Uno de ellos, Handi Mejai, que huy¨® a finales de marzo a Tirana con su mujer y sus cuatro hijos despu¨¦s de que los paramilitares serbios le diesen cinco minutos para desalojar su casa, volvi¨® el s¨¢bado para encontrarla reducida a escombros.

Mejai no sabe todav¨ªa que sus vecinos serbios han empezado a volver, pero s¨ª sabe que las casas de ellos est¨¢n intactas, mientras que la suya ha sido pasto de las llamas, como la mayor¨ªa de las que habitaban los musulmanes, o la mezquita central, cuyos delicados estucos aparecen ennegrecidos por el fuego. Tampoco conoce el ¨²ltimo hallazgo de los militares italianos: dos fosas comunes en Dakovica (Djakova, en alban¨¦s), a 36 kil¨®metros al sur de Pec, con 87 cuerpos una de ellas y un n¨²mero a¨²n por determinar, quiz¨¢ 200, la segunda.

Para asegurarse de que los albanokosovares no atacan a los serbios que regresaron ayer, la mayor¨ªa hombres que han dejado a sus familias al otro lado de la frontera, los mandos de la OTAN decidieron conducirlos a la antigua f¨¢brica automovil¨ªstica Zastava, convertida en base de un batall¨®n italiano.

A partir de hoy ser¨¢n escoltados a sus antiguos domicilios, siempre que no se encuentren aislados, pues la Kfor s¨®lo garantiza la seguridad de quienes se agrupen en manzanas o barrios f¨¢ciles de vigilar. "Protegemos a los serbios porque somos conscientes de que no pueden protegerse a s¨ª mismos; est¨¢n asustados por la posibilidad de que haya represalias", explica el coronel D¨ªaz de Villegas.

Ayer por la ma?ana, a s¨®lo 50 metros del cuartel general de la brigada, fue saqueado uno de los escasos supermercados que a¨²n guardaban algo de valor en su interior. Una multitud salt¨® por las ventanas con su preciado cargamento. Los militares de la OTAN asistieron impasibles al espect¨¢culo. Lo mismo que los milicianos del ELK.