Ma?ana de gloria estudiantil para Garc¨ªa M¨¢rquez
Un texto de "El amor en los tiempos del c¨®lera" recibe a los alumnos madrile?os en su estreno de la selectividad
El n¨²mero de lectores de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, siempre elevado, se dispar¨® ayer entre diez y doce de la ma?ana. La culpa la tuvo la selectividad, que en el primero de los ex¨¢menes -lengua espa?ola y literatura, para LOGSE- propuso a los alumnos el comentario de un pasaje de El amor en los tiempos del c¨®lera. Era la primera de las dos opciones que se les plantearon a los examinandos, pero la otra (La imaginaci¨®n ¨¦tica, de la ensayista Victoria Camps) se qued¨® m¨¢s bien escasa de comentaristas. "Es que era complicad¨ªsimo. Me hab¨ªa repasado la generaci¨®n del 98, la del 27, los modernistas, losrealistas, los novecentistas... ?Qui¨¦n iba a pensar que iban a atacarnos por el ensayo?", se preguntaba Dani, de 18 a?os, con el gesto evidentemente contrariado. As¨ª pues, el com¨²n de los mortales se sumergi¨® en el sugestivo mundo de fantas¨ªa del autor colombiano y prefiri¨® no pillarse los dedos con la definici¨®n de t¨¦rminos como "libertad" o "solidaridad", que el examinador ped¨ªa a quienes hubieran optado por la escritora y ex senadora socialista por Catalu?a. Enrique Ace?a, profesor de segundo de bachillerato en un instituto de Navalcarnero, compart¨ªa la decisi¨®n mayoritaria de sus pupilos. "Ahora, con el nuevo sistema educativo, la novela del siglo XX es lo que m¨¢s trabajamos. Adem¨¢s da mucho m¨¢s juego que el ensayo, un g¨¦nero que los chavales suelen encontrar demasiado abstracto", razon¨®.
Ace?a lleva m¨¢s de quince a?os enviando alumnos al selectivo, pese a lo cual no puede evitar "un ligero cosquilleo en el est¨®mago" cada vez que llega el momento crucial del primer ejercicio. Luego, la tensi¨®n tiende a atemperarse, a la vista de que rara vez el trago es tan indigesto como lo pintan. "Se termina sufriendo m¨¢s con el calor que con los ex¨¢menes. Las preguntas entran dentro de lo previsible, y, si no, siempre puedes enfilar la otra opci¨®n", apuntaba Laura, con las mejillas sonrosadas y los folios del examen transformados en improvisado abanico. Un corrillo m¨¢s all¨¢, Paloma admit¨ªa que la selectividad no era "nada tremebunda", pero se confesaba: "Me he pasado todo el fin de semana estudiando. Ya s¨¦ que en los peri¨®dicos recomend¨¢is una cierta abstinencia durante los d¨ªas previos, pero yo he sido incapaz. Vamos, que estaba m¨¢s tranquila estudiando que repantigada en el sof¨¢, frente al televisor...".
Pese a la calorina, no hubo mareos, ni desmayos, ni nada de nada. Los chavales saben que no les enjuiciar¨¢n por el aspecto, sino por el novedoso c¨®digo de barras identificativo; as¨ª que abundan las camisetas de tirantes (ellas) y los pantalones cortos de explorador (ellos). Entre examen y examen, siempre hay quien se lanza al enfebrecido repaso de apuntes -el bisbiseo nervioso en los labios, la mirada perdida en alg¨²n punto del techo-, pero les superan los que prefieren tomarse las cosas con m¨¢s sosiego: un tentempi¨¦, unas risas con el amiguete, una llamadita a mam¨¢ (exigencias del gui¨®n) y a vivir, que ma?ana llegan las vacaciones.
"Siempre hay excepciones, pero los chavales se muestran, por lo general, mucho m¨¢s tranquilos que sus padres. Incluso que los periodistas", apunta la vicerrectora de alumnos de la Complutense, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez-Pacheco, afilando un saludable esp¨ªritu cr¨ªtico. Fern¨¢ndez-Pacheco se muestra optimista: cruzando las distintas variables que guarda en su carpeta de trabajo conf¨ªa en que cerca del 70% de los aprobados en junio podr¨¢ seguir los estudios que consigne en su primera opci¨®n.
Si la selectividad se analizase a los puntos habr¨ªa que proclamar a Garc¨ªa M¨¢rquez como claro vencedor. Otro texto suyo, esta vez de Cien a?os de soledad, esperaba a los alumnos de literatura provenientes de COU, junto a un fragmento de Pedro P¨¢ramo (Juan Rulfo), un poema de Blas de Otero (Hablo de lo que he visto) y otro, Tu abril siempre y ya logrado, de Luis Rosales. La gracia, en este caso, radica en que el alumno tiene que averiguar el nombre del autor. En historia, los chavales de COU se encararon con Tocqueville y las revoluciones iberoamericanas, y los de LOGSE, con el Manifiesto de los persas y el sexenio democr¨¢tico. En filosof¨ªa cay¨® un cl¨¢sico, la Rep¨²blica de Plat¨®n, y en ingl¨¦s, un texto sobre un accidente de tr¨¢fico en Francia. Un alumno de la Facultad de Derecho lo resumi¨® as¨ª: "?Endiablado!".
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