Los nacionalistas vascos emplazan al jefe del Ejecutivo a que oficialice el fin del pacto PP-PNV

"?sta es la historia de algo que pudo ser y no fue". As¨ª resumi¨® I?aki Anasagasti, portavoz del PNV, la situaci¨®n del pacto de gobierno con el PP. En un discurso dur¨ªsimo, pidi¨® al presidente del Gobierno que rompa de forma oficial un acuerdo en el que populares y nacionalistas vascos no han coincidido en "casi nada" durante el ¨²ltimo a?o. Tras desglosar todos los puntos de divergencia, Anasagasti se despach¨® contra el "supuesto centrismo" del PP: "Su talante, se?or Aznar, representa m¨¢s lo reaccionario y radical que lo liberal y lo conservador".

Ni una sola menci¨®n positiva a la gesti¨®n de tres a?os de Gobierno. S¨®lo un extenso glosario para tratar de demostrar que el PP y el PNV ya "no son amigos" y que Aznar ha viajado desde el centro que promet¨ªa a la derecha m¨¢s reaccionaria, donde se ha "insularizado ideol¨®gicamente". ?ste fue el eje del discurso de Anasagasti, que busc¨® neutralizar el "triunfalismo" de Aznar sobre el proceso de paz en Euskadi. Anasagasti quiso demostrar que Aznar ha ido cambiando "para peor" su pol¨ªtica durante la legislatura, por lo que el PNV no puede seguir apoy¨¢ndolo. Toda su argumentaci¨®n iba encaminada a hacer ver que los nacionalistas vascos han cumplido "escrupulosamente" el compromiso alcanzado en 1996, mientras que el PP ha traicionado ese acuerdo. Incluso lament¨® la ingenuidad del PNV, que lleg¨® a creer que "se iniciaba una nueva ¨¦poca" y que Aznar "iba en serio".

En su r¨¦plica, el jefe del Ejecutivo le dio la vuelta al argumento y asegur¨® que es el PNV el que "ha cambiado" al acercarse a HB y radicalizarse, algo que tach¨® de "error" y "equivocaci¨®n".

El pacto se da por acabado, pero el PNV quiere que sea Aznar quien lo rompa. "Oficialice que no hay ning¨²n tipo de acuerdo ya", reclam¨® Anasagasti. Para apuntalar su discurso, cit¨® lo que su partido considera un incumplimiento grave de los acuerdos de 1996: el desarrollo del Estatuto de Gernika. Aznar hab¨ªa hablado por la ma?ana del respeto a este documento y el portavoz del PNV le pidi¨® que no lo hiciera porque el Gobierno "no lo est¨¢ acatando".

Los nacionalistas vascos tratan de que el jefe del Ejecutivo reconozca que no est¨¢ dispuesto a cumplir con el desarrollo del Estatuto porque ello demostrar¨ªa que el pacto est¨¢ roto, algo que el PNV no quiere hacer directamente para que no se les pueda acusar de haberse acercado tanto a HB como para romper con los populares en Madrid.

Pero no fue ¨¦se el ¨²nico ejemplo del distanciamiento. La fricci¨®n m¨¢s reciente la ha provocado la carta en la que Javier Arenas, secretario general del PP, ped¨ªa al PSOE que no apoye al PNV en los ayuntamientos vascos, algo que Anasagasti calific¨® de "ins¨®lito". Aznar tambi¨¦n descalific¨® este argumento en su r¨¦plica diciendo que utilizar esa misiva para "escenificar" la ruptura del pacto es "un ejercicio infantil y deficiente", y agreg¨® que Arenas s¨®lo demandaba una reflexi¨®n conjunta entre PP y PSOE.

En la contrarr¨¦plica, Anasagasti fue a¨²n m¨¢s ¨¢cido. Tras comparar a Aznar con un turco por oponerse a que la Asamblea kurda se re¨²na en el Parlamento vasco, le exigi¨® que invite a los l¨ªderes de EH a La Moncloa "para hablar de pol¨ªtica, porque no se comen a nadie". Ante las risas de Aznar, Anasagasti llam¨® a Arenas "derechoso terrible" y le compar¨® con su antecesor en el PP, el vicepresidente Francisco ?lvarez Cascos, "de derechas pero con mentalidad de centro".

Para el PNV, la tregua de ETA no es m¨¦rito del Gobierno, que ha pecado de "inmovilista" en el proceso de paz, sino del pacto de Lizarra, que la "hizo posible". El Ejecutivo, seg¨²n este an¨¢lisis, dificulta la paz y por eso Anasagasti pidi¨® a Aznar que "entre tambi¨¦n en tregua verbal".