CiU reclama que se corresponda a su lealtad y reitera que apoyar¨¢ los Presupuestos del 2000

"No se puede exigir a otros lo que uno incumple. Primero hay que dar ejemplo". El portavoz de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) en el Congreso, Josep L¨®pez de Lerma, reclam¨® ayer al Gobierno la misma lealtad constitucional que le han ofrecido los nacionalistas catalanes desde 1996. En su intervenci¨®n en el debate sobre el estado de la naci¨®n, L¨®pez de Lerma pidi¨® de nuevo al PP m¨¢s sensibilidad hacia los nacionalismos, especialmente hacia el catal¨¢n, por su contribuci¨®n "decisiva" a la gobernabilidad de Espa?a, y les rog¨® a los populares que no utilicen esta ideolog¨ªa como punta de lanza de enfrentamiento pol¨ªtico. CiU reiter¨® su voluntad de votar a favor de los Presupuestos Generales del pr¨®ximo a?o.

Una frase pronunciada por Aznar por la ma?ana -"ha terminado el tiempo de la reivindicaci¨®n competencial"- oblig¨® a L¨®pez de Lerma a modificar sustancialmente su discurso e incidir con m¨¢s ¨¦nfasis en las aspiraciones de autogobierno de Catalu?a. Con una sola frase, a modo de sentencia y ultim¨¢tum hacia las aspiraciones de CiU y especialmente del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, Aznar rechaz¨® por completo el traspaso de competencias por delegaci¨®n a trav¨¦s del art¨ªculo 150.2. "La verdad es que no se han agotado las previsiones estatutarias (...) ni se pueden cerrar las puertas y las ventanas que dejan abiertas la Constituci¨®n y los Estatutos de Autonom¨ªa ni se pueden ignorar los problemas existentes, por ejemplo, un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica", le replic¨® el portavoz de CiU. Entre otros d¨¦ficit auton¨®micos, L¨®pez de Lerma tambi¨¦n le record¨® a Aznar la inexistente presencia de las autonom¨ªas en los organismos de la Uni¨®n Europea, su negativa a etiquetar productos en catal¨¢n o el frustrado decreto de Humanidades. Pero no evidenci¨® el "desmarque" del PP, anunciado a bombo y platillo esta semana, como ant¨ªdoto para que los p¨¦simos resultados de la coalici¨®n en las municipales se trasladen a las auton¨®micas de oto?o. L¨®pez de Lerma bendijo sin paliativos al Ejecutivo de Aznar, le pidi¨® que agote la legislatura y le reafirm¨® su apoyo a los Presupuestos del 2000. "Deberemos explicar nosotros m¨¢s que usted", precis¨® Lerma, "c¨®mo es posible combinar dial¨¦ctica electoral con mantenimiento de la gobernabilidad. No nos asusta: nos aterrar¨ªa abandonar la coherencia porque ser¨ªa signo de debilidad".

Eso s¨ª, el portavoz de CiU (que sustituy¨® a Joaquim Molins, de vacaciones tras los malos resultados electorales) le ech¨® en cara al Ejecutivo del PP su actitud con los nacionalismos. En demasiadas ocasiones, se ha utilizado a Catalu?a como arma dial¨¦ctica y a CiU como "seres voraces y ego¨ªstas que nunca tienen suficiente". "No pedimos gratitud, exigimos respeto. Ni Catalu?a ni el nacionalismo catal¨¢n son una maquinaci¨®n antiespa?ola", se?al¨® L¨®pez de Lerma, que extendi¨® esa cr¨ªtica al PSOE por su visi¨®n de "desagregaci¨®n de Espa?a". "?Esto es ecu¨¢nime o es simplemente miserable?", se pregunt¨®. S¨®lo extendi¨® las cr¨ªticas al PP a d¨¦biles referencias al caos a¨¦reo y a la lentitud de la justicia. Y tan s¨®lo hizo hincapi¨¦ en la actitud "cicatera" de Aznar al reconocer la "decisiva colaboraci¨®n" de CiU, positiva pese a estar repleta de "angustias partidarias", en los logros del Gobierno. "Constatamos que algunos de sus ministros no han entendido nada", dijo. El presidente le respondi¨® que esa cicater¨ªa se debi¨® a lo "escueto" de su discurso y reconoci¨® que sin la colaboraci¨®n de CiU "hubiera sido imposible llevar a cabo" algunos objetivos.