El opositor Draskovic defiende una convocatoria urgente de las elecciones

El controvertido Vuk Draskovic, que fue opositor al r¨¦gimen de Slobodan Milosevic hasta integrarse en su Gobierno como viceprimer ministro y que fue r¨¢pidamente depurado durante la campa?a de castigo de la OTAN por buscar una salida a los bombardeos, pidi¨® ayer en Belgrado elecciones anticipadas para salir de la crisis. El Parlamento yugoslavo votar¨¢ ma?ana en sesi¨®n plenaria el levantamiento del estado de guerra, y Draskovic propone que los grandes partidos acuerden llevar cuanto antes el pa¨ªs a las urnas.

La guerra que perdi¨® Yugoslavia en 78 d¨ªas de implacable bombardeo aliado pasar¨¢ oficialmente ma?ana al olvido. El certificado de defunci¨®n a la ¨²ltima tragedia de los serbios ser¨¢ extendido por los legisladores dentro del palacio neocl¨¢sico escoltado a su entrada por dos briosos corceles que se resisten a ser domados. El Gobierno, el Parlamento y el pueblo yugoslavo tienen una alternativa menos heroica: aceptar la derrota, recoger las piezas de lo que queda de Yugoslavia y rezar para que lleguen los fondos que les permitan volver a vivir. El parlamento federal de Yugoslavia se reunir¨¢ precisamente en ese palacio -que nunca fue alcanzado por los cientos de misiles durante el ataque contra la Serbia de Slobodan Milosevic- pondr¨¢n el f¨²nebre punto final a una gesta que termin¨® con la partici¨®n, de hecho, de Yugoslavia y la inauguraci¨®n de un nuevo e incierto cap¨ªtulo para su pueblo.

La agencia oficial de noticias Tanjug dijo que la sesi¨®n parlamentaria pondr¨¢ legalmente fin al estado de guerra. Ello contentar¨¢ a todos los partidos de oposici¨®n, que ven en el cese oficial de lo que eufem¨ªsticamente llaman "la situaci¨®n" la apertura de una avenida que se va a convertir en un juicio. Un juicio contra Milosevic, se entiende. Y nadie en la Yugoslavia destruida, partida y humillada encuentra espacio para la compasi¨®n.

Las ilusiones, sin embargo, se siguen propagando. Blic, el popular tabloide de mayor lectura en Belgrado, publicaba ayer los resultados de una encuesta que aparenta la no muy desastrosa ca¨ªda de la popularidad de Milosevic. El director de la empresa de encuestas, Sbobran Brankovic, puso su firma a los resultados de una consulta que proyecta a Milosevic como el ganador, aunque s¨®lo le apoya el 15,6% de los encuestados cuando hace un a?o ten¨ªa un respaldo del 30%. Pero detr¨¢s de Milosevic quedan las principales figuras de la oposici¨®n: al exviceprimer ministro Vuk Draskovic s¨®lo le apoya el 10% de los entrevistados; al nacionalista Vojislav Seselj, el 8%, y al presidente montenegrino, Milo Djukanovic, el 5%.

P¨¦rdida de popularidad

El director de encuesta admit¨ªa que Milosevic ha sufrido una ligera p¨¦rdida de popularidad. Pero ¨¦sta, comparada con el desastre, era amortiguable. Un 21% de los encuestados no culpa al presidente yugoslavo por lo que pas¨® en los ¨²ltimos a?os. Uno de los personajes que quiere adquirir protagonismo pol¨ªtico a toda costa, Vuk Draskovic, el barbudo jefe del Movimiento de Renovaci¨®n Serbia (SPO), tampoco inspira confianza. La encuesta le dio un 10%.

Draskovic, que ahora compite con los jefes de partidos pol¨ªticos ansiosos de sacar tajada de la derrota de Milosevic, no ha tirado la toalla. Ayer, en una conferencia de prensa en la que se present¨® con un traje hecho a medida, la barba recortada por un peluquero profesional y una corbata que acentuaba su nuevo aspecto de hippie reformado, Draskovic propuso un adelanto de las elecciones. "Quien sea presidente de Yugoslavia y de Serbia saldr¨¢ de las urnas, por eso hay que convocarlas lo antes posible", asegur¨®. Draskovic subray¨® que Occidente no tendr¨ªa derecho a exigir la ca¨ªda de Milosevic sin que antes hablen las urnas.

En su agenda lo importante es acelerar la partida de Milosevic en la esperanza de que aquel tr¨¢nsito le abra las puertas a espacios pol¨ªticos un poco mas factibles para sus ambiciones personales.

Sin embargo, Draskovic se dijo contrario a promover protestas populares contra el r¨¦gimen de Milosevic. "El Movimiento de Renovaci¨®n Serbia no quiere pedir a la gente que salga a la calle en estos momentos de dificultad", sentenci¨®. A cambio, propuso "un acuerdo pol¨ªtico entre los grandes partidos que lleve a una convocatoria electoral" anticipada.

El acertijo en Yugoslavia es que los militares guardan un silencio disciplinado. No hay un solo coronel, no hay un solo general que haya sugerido un "movimiento de reforma", el t¨¦rmino que en Am¨¦rica Latina se usa para justificar un golpe de Estado. Analistas pol¨ªticos coinciden en que los soldados est¨¢n cansados pero que se despertar¨¢n pronto.