Los del "8.812", en asamblea
Fue una asamblea en toda regla. Convocadas por la autodenominada Plataforma 8.812 m¨¢s de 300 personas se dieron cita el martes por la tarde en el sal¨®n de actos del centro c¨ªvico Aldabe de Vitoria, en lo que fue el acto fundacional de este movimiento preocupado por el grave problema de la vivienda que padecen los habitantes de la capital alavesa. Como la cita estaba abierta a todo el que estuviera interesado, la reuni¨®n se convirti¨® en un aut¨¦ntico muestrario ciudadano. Lo cierto es que la campa?a de pintadas y pegatinas que hab¨ªan puesto en marcha los promotores de la idea ha llamado la atenci¨®n de toda Vitoria. Durante semanas, la pregunta m¨¢s o¨ªda en la ciudad era: "?Qu¨¦ significa 8.812?", la cifra aparec¨ªa pintada o en forma de pegatina, sola, sin firma y sin explicaci¨®n, por todas partes. Hasta que un d¨ªa, los autores aclararon su significado: era el n¨²mero de pisos que hay vac¨ªos en esta ciudad. As¨ª que, entre la curiosidad, el inter¨¦s y cierto morbo, el sal¨®n de actos del centro c¨ªvico Aldabe acogi¨® a personas de toda edad y condici¨®n: desde matrimonios de jubilados, preocupados por sus hijos, hasta militantes de Jarrai, sin olvidar a un arquitecto que se present¨® como tal, apellidado Ibarrondo, o a Pilar, militante del Sindicato de Estudiantes y de la Fundaci¨®n Federico Engels y que intent¨® practicar, sin mucho tacto, lo que los trostkistas llamaban "entrismo". Y es que la reuni¨®n era una asamblea en toda regla. Los portavoces de la Plataforma 8.812 se sentaron en la tarima, manifestaron su primera intenci¨®n de que todo el mundo estuviera en c¨ªrculo y renunciaron a todo papel dirigente. Se identificaron como miembros de una cuadrilla que hab¨ªa reflexionado sobre la carest¨ªa de la vivienda en Vitoria y la inexistencia de pisos para quien no tenga un nivel adquisitivo alto. Aunque todo parec¨ªa muy inocente, los miembros de la plataforma estaban bien repartidos por el p¨²blico y colaboraron con sus intervenciones en orientar la asamblea hacia una cr¨ªtica m¨¢s pol¨ªtica del problema de la vivienda en Vitoria, centrando las culpas de la situaci¨®n en el Ayuntamiento, las empresas promotoras y la Caja Vital. Porque el arquitecto, que ten¨ªa m¨¢s ganas de hablar que nadie, se enzarz¨® en cuestiones t¨¦cnicas vinculadas a los planes generales y parciales, al desarrollo de la ciudad, para acabar ofreciendo la soluci¨®n ideal: la construcci¨®n de miles de viviendas que rompan la actual situaci¨®n del mercado inmobiliario. Aparte de este reivindicaci¨®n gremialista, hubo intervenciones libertarias que aseguraron que bajo el elevado precio de los pisos se encuentra la "represi¨®n del Estado", o la de una veterana militante del asociacionismo alav¨¦s que di¨® su soluci¨®n: "Organizaci¨®n, organizaci¨®n". Fue lo que los ejecutivos llaman una brain storm, una tormenta de ideas. Las hubo para todos los gustos. Los portavoces de la Plataforma 8.812 anunciaron una pr¨®xima asamblea en la que se afinar¨¢n los contenidos.
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