Mill¨¢s afirma que un escritor no puede estar alejado del periodismo

Un escritor no puede hoy en d¨ªa mantenerse alejado de la prensa, como no puede permanecer aislado del mundo. Es lo que sostiene el escritor Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, reciente ganador del premio de periodismo Mariano de Cavia que otorga el diario Abc, por el que ayer recibi¨® un homenaje en Madrid.La tesis de Mill¨¢s parece corroborarla la treintena de personas que se acerc¨® hasta una de las librer¨ªas de Crisol para re¨ªr al ritmo de algunos de sus art¨ªculos y escuchar la tertulia que Mill¨¢s mantuvo con la directora del cuadernillo cultural de Abc, Mar¨ªa Luisa Blanco; el redactor-jefe de la secci¨®n de deportes y el adjunto a la direcci¨®n de EL PA?S, Alex Grijelmo y ?ngel S¨¢nchez Harguindey, respectivamente,y el director de coordinaci¨®n editorial del Grupo Santillana y del Grupo PRISA, Juan Cruz. Lo real, el art¨ªculo premiado, que cuenta la ficticia erecci¨®n de una mujer tras tomarse una p¨ªldora contra la impotencia, fue uno de los le¨ªdos. "Es un privilegio vivir de escribir en los peri¨®dicos", dijo Mill¨¢s, al que le gusta que la gente desayune con uno de sus art¨ªculos. Un privilegio que redondea el premio obtenido: "Si algo me faltaba en la vida era que Abc me reconociera", sentenci¨®. Juan Jos¨¦ Mill¨¢s (Valencia, 1946) demuestra estas afirmaciones con los hechos. Es colaborador de EL PA?S desde 1991, cuando entr¨® en contacto con la prensa de la mano del entonces director, Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, para hacer cr¨®nicas en las p¨¢ginas de Madrid. Para Grijelmo, que era responsable de la secci¨®n, los art¨ªculos de Mill¨¢s, "capaz de describir la realidad desde sus contornos", fueron una de las causas de que esas p¨¢ginas abandonaran "la segunda divisi¨®n".

La inmersi¨®n del autor de El desorden de tu nombre en la prensa se ha profundizado desde entonces, no s¨®lo a trav¨¦s de EL PA?S, sino tambi¨¦n del Grupo Prensa Ib¨¦rica. En ocasiones, incluso, bajando del altar de las columnas de opini¨®n para "convertirse en un reportero m¨¢s". Como en esa ocasi¨®n que vivi¨® como un ciego para contar la experiencia en un reportaje.

Los participantes en la tertulia elogiaron la complicidad de Mill¨¢s con sus lectores, su mirada brillante y cr¨ªtica sobre la realidad, la iron¨ªa de su trabajo. En los bancos escuchaban el tambi¨¦n columnista de EL PA?S, Eduardo Haro Tecglen y Juan Eduardo Z¨²?iga.

"Los elogios siempre producen pudor", asegur¨® Mill¨¢s, quien escogi¨® dos de sus art¨ªculos - "uno de amor y otro desesperado"- para cerrar el acto entre las risas del p¨²blico.