La IS condiciona el cambio social a la estabilidad econ¨®mica

La Internacional Socialista (IS) acepta la econom¨ªa de mercado, pero no quiere una sociedad de mercaderes. Frente al llamado Consenso de Washington, que pon¨ªa el ¨¦nfasis en las reformas del mercado, ayer naci¨® el Consenso de Buenos Aires, que se ha definido como "un nuevo consenso social mundial para alcanzar acuerdos concretos para un cambio social manteniendo la estabilidad econ¨®mica".

?ste es el mensaje central de las conclusiones del consejo de la IS, que finaliz¨® ayer en la capital argentina para ultimar los trabajos preparatorios del congreso que se celebrar¨¢ en noviembre en Par¨ªs. El nuevo reto de la mayor internacional partidista que existe hoy en el mundo ha quedado definido en el documento distribuido en Buenos Aires: materializar un avance hacia el progreso social en un nuevo consenso que asegure que las consideraciones pol¨ªticas prevalecer¨¢n sobre las puramente econ¨®micas.

El texto transpira la influencia del ex presidente espa?ol Felipe Gonz¨¢lez y del candidato chileno Ricardo Lagos. El primero lo dijo claramente en su discurso del d¨ªa anterior: La econom¨ªa se ha hecho grande y la pol¨ªtica, por culpa de los pol¨ªticos, se ha empeque?ecido. Los dirigentes, vino a decir, no han estado a la altura de la transformaci¨®n vertiginosa que se est¨¢ produciendo en el planeta. El documento final corrobora el aserto: "El ritmo del cambio en nuestro mundo sigue aceler¨¢ndose. Es tarea de los partidos miembros de la IS garantizar que los beneficios de ese proceso se distribuyan de manera justa entre los pueblos del mundo".

La IS da la bienvenida y recibe con los brazos abiertos los avances aportados por las nuevas tecnolog¨ªas y los nuevos sistemas de comunicaciones. Acepta que los cambios experimentados en el terreno de la econom¨ªa mundial han producido mayor prosperidad en algunos casos, pero subraya que al mismo tiempo se ha acentuado la pobreza y la incertidumbre de muchos ciudadanos.

"La desregulaci¨®n de los mercados es a menudo un factor esencial en la ampliaci¨®n de la brecha entre ricos y pobres, la permanencia de conflictos y la creciente degradaci¨®n de los recursos del planeta", se?ala el documento. En este sentido, la IS recuerda que el proceso de apertura econ¨®mica registrado en Am¨¦rica Latina en la ¨²ltima d¨¦ cada ha tenido un elevado coste social: "La introducci¨®n de reformas en el mercado como la liberalizaci¨®n del comercio exterior y de las Bolsas, y la privatizaci¨®n de empresas estatales, ha significado el aplazamiento de reformas vitales de naturaleza no estrictamente econ¨®mica como la modernizaci¨®n de la educaci¨®n y la sanidad".

Una clara alusi¨®n, sin citarla expl¨ªcitamente, hace el documento a la llamada Tercera V¨ªa, defendida por algunos l¨ªderes de la social democracia europea, como Tony Blair y Gerhard Schr?der. "No debe sorprender que socialistas democr¨¢ticos de diferentes partes del mundo no adopten un actitud r¨ªgida y uniforme respecto de la reforma social. Mientras en Europa, por ejemplo, la labor de promover el avance tecnol¨®gico para mantener la competitividad es una consideraci¨®n principal, en Am¨¦rica Latina, con su elevado ¨ªndice de desigualdades sociales, la cuesti¨®n de una mejor integraci¨®n social es de la mayor importancia". El presidente de la IS, el franc¨¦s Pierre Mauroy, o el chileno Lagos se distanciaron de la Tercera V¨ªa.