Nace el Atl¨¦tico de Ranieri

La era Ranieri arranca en el Atl¨¦tico. Oficialmente comenz¨® el s¨¢bado, minutos despu¨¦s de concluir la final de Copa, justo cuando en el mismo vestuario del Ol¨ªmpico de Sevilla, con la derrota ante el Valencia todav¨ªa caliente y los emocionantes gritos de Radomir te quiero a¨²n en el ambiente, Jes¨²s Gil le comunic¨® a Antic su despido. El t¨¦cnico dice que le dolieron, sobre todo, las formas, que el club no tuviera el detalle siquiera de esperar un d¨ªa para anunciarle el cese. Pero as¨ª funcionan los Gil. "Esto es una empresa", se justific¨® el due?o del Atl¨¦tico, "aqu¨ª los sentimentalismos baratos no cuentan". Que lo barato no cuenta en el Atl¨¦tico es evidente. El club rojiblanco se meti¨® en un buen l¨ªo econ¨®mico hace meses, cuando se comprometi¨® con dos entrenadores a la vez para el pr¨®ximo curso. Apostasen finalmente por Claudio Ranieri, lo hiciesen por Radomir Antic, la maniobra les tendr¨ªa que salir cara.

El Atl¨¦tico ahora tiene que cumplir con la ficha de Ranieri y asumir el finiquito de Antic, cifrado como poco en 150 millones de pesetas, la cantidad que ten¨ªa estipulada para el ejercicio 1999-2000. El problema radica ahora en otros 150 millones, correspondientes a premios pactados por t¨ªtulos: el t¨¦cnico entiende que le pertenecen y el club sostiene que no debe pagarlos. "S¨®lo digo que hay un contrato de por medio con una serie de condiciones", declar¨® ayer a Efe el t¨¦cnico serbio, que hasta que el Atl¨¦tico le pague se considerar¨¢ todav¨ªa entrenador del equipo.

El consuelo de Antic, su recompensa sentimental, fueron los emocionantes ocho minutos de Radomir te quiero que le dedic¨® la hinchada rojiblanca en Sevilla, "un cari?o sincero que est¨¢ por encima del dinero". Unos gritos que se repitieron luego, ya en Madrid, a la llegada de la expedici¨®n a la estaci¨®n de Atocha, que todav¨ªa se escuchaban ayer por la ma?ana en Sevilla en boca de los seguidores del Atl¨¦tico m¨¢s rezagados. La afici¨®n est¨¢ con Antic, siempre lo ha estado. Pero llega Ranieri. "Tenemos unos compromisos, y est¨¢n para cumplirlos", se justific¨® Gil, para quien Antic no ha hecho tan buen papel en esta ocasi¨®n como el propio t¨¦cnico pregona. "Seamos serios, hasta que le ganamos al Madrid, el Atl¨¦tico corr¨ªa peligro, estaba al borde de la cat¨¢strofe".

Gil hizo oficial el s¨¢bado el nuevo proyecto del Atl¨¦tico, pero en realidad ¨¦ste naci¨® hace mucho m¨¢s tiempo. Ranieri se hab¨ªa comprometido con los madrile?os meses atr¨¢s y desde entonces eran sus planes, consensuados con la secretar¨ªa t¨¦cnica, los que se llevaban adelante. Gamarra, Capdevila, Toni... Los fichajes que iban cayendo no los hab¨ªa pedido Antic.

Con todo, no todo est¨¢ decidido. Los futbolistas se fueron ayer de vacaciones sin tener una fecha segura para el regreso. El club les habl¨® del 24 de julio, pero les dej¨® claro que est¨¦n localizables porque es m¨¢s que probable que la cita para el retorno se modifique. Muchos, no obstante, no deben estar pendientes del tel¨¦fono s¨®lo por eso. Tambi¨¦n porque su futuro est¨¢ en el aire. Las oficinas tendr¨¢n movimiento a partir de hoy. Quedan muchos fichajes y muchas bajas por notificar. A d¨ªa de hoy simplemente las de Jugovic (traspasado al Inter), Serena y Torrisi (al Parma) y Biagini (Mallorca) son oficiales. A partir de hoy empezar¨¢ el movimiento en las oficinas del Calder¨®n.

Uno de los principales problemas est¨¢ en la porter¨ªa. Es seguro que llega Toni, el guardameta del Espanyol, un cancerbero con caracter¨ªsticas antag¨®nicas a las de Molina. Con Ranieri los metas no est¨¢n obligados a jugar tan adelantados, a asumir tantos metros de campo como le gusta a Molina. Por eso Toni, un portero de reflejos y dotes de mando en el ¨¢rea. Molina, al que le resta un a?o de ficha, y Toni podr¨ªan convivir en la plantilla, ya que Jaro, que concluye contrato, no seguir¨¢. Pero no es f¨¢cil que suceda. El Atl¨¦tico ha estado buscando otro guardameta adem¨¢s de Toni durante toda la temporada. Y ahora, cuando empieza a dudar de la conveniencia de deshacerse de Molina, puede que sea tarde. El guardameta est¨¢ dolido y se muestra muy reacio a renovar. Y as¨ª, el club sabe que o lo traspasa ahora o el curso que viene, salvo que prosperen las negociaciones para la renovaci¨®n, no ganar¨¢ un duro por la venta de los derechos de su portero.