Vidas paralelas
"Que la duda no te haga pudrir". Esta reflexi¨®n, atribuida a Saint-Exup¨¦ry, le ha servido al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de gu¨ªa para evitar los excesos anal¨ªticos y la dispersi¨®n que a veces provoca la compleja realidad. As¨ª lo interpreta Xavier Mu?oz, empresario y concejal socialista del Ayuntamiento de Barcelona, en su libro Negocis privats i d¨¨ries p¨²bliques (Edicions 62), reci¨¦n publicado. Mu?oz revela que el l¨ªder nacionalista se ha pasado la vida tratando de evitar la incertidumbre y sintetizando la diversidad para salvaguardar sus mensajes, tan claros como limitados: "Siempre ha temido que la complejidad le hiciera perder las esencias". Es conocido que la formaci¨®n del perfil pol¨ªtico y personal de Pujol registr¨® tres claras incorporaciones doctrinales: el sentido de pertenencia a las ¨¦lites, imbuido por el historiador Jaume Vicens Vives; el nacionalismo rom¨¢ntico de Josep Benet, y el instinto de predestinaci¨®n, heredado de Raimon Gal¨ª, que le ha servido al pol¨ªtico para justificar, en gran medida, su inclinaci¨®n psicol¨®gica a la m¨ªstica dirigente. Partiendo de estas primeras influencias, Mu?oz desarrolla algunos de los rasgos definitorios de la compleja personalidad de Pujol. Uno de estos rasgos, tal vez el m¨¢s singular, est¨¢ referido en el libro como el sentido del momento hist¨®rico en su vertiente dom¨¦stica, formulado por el l¨ªder nacionalista en su conocida frase ara toca o, seg¨²n la conveniencia, su reverso: ara no toca. Para ilustrarlo, el autor se remonta a una respuesta de Pujol tras iniciar su noviazgo formal con Marta Ferrusola: "Le pregunt¨¦: "M"han dit que tens xicota?", y me contest¨®: "Que no n"¨¦s l"hora?" . Mu?oz explica que la personalidad de Pujol se hizo m¨¢s solemne en la etapa de Banca Catalana, cuando ve¨ªa acercarse el momento de hacer pol¨ªtica abiertamente. Reconoci¨® la frialdad del pol¨ªtico el d¨ªa del entierro de Quico Vila-Abadal, en Vidr¨¤, cuando Pujol luc¨ªa a¨²n su look al estilo Kennedy, acompa?ado de un gesto que conserva -sonrisa de costado y cabeza inclinada hacia atr¨¢s-y que encaja est¨¦ticamente con su instinto de hombre predestinado. Mu?oz estructura su texto utilizando como hilo conductor el cambio econ¨®mico, pol¨ªtico y social experimentado en los ¨²ltimos 25 a?os. Negocis privats i d¨¨ries p¨²bliques contiene un pretexto narrativo en el que se explica este tr¨¢nsito, acompa?ado de una serie de correlatos en los que el autor desarrolla otras transiciones vividas intensamente por su generaci¨®n, como la econ¨®mica -de un pa¨ªs sin impuestos al dinero negro-, la ideol¨®gica -desde el nacionalismo al catalanismo no excluyente- y la institucional, que para ¨¦l signific¨® pasar de los negocios privados a la gesti¨®n p¨²blica municipal. Siguiendo la tradici¨®n memorialista de otros autores que han aportado claves para interpretar el mismo periodo, Mu?oz efect¨²a un corte transversal que le permite presentar la endog¨¢mica clase pol¨ªtica de la que sobresalen los perfiles de Jordi Pujol y Pasqual Maragall, dos vidas paralelas, dos amigos del autor en etapas sucesivas. Los surcos de ambos pol¨ªticos, maragallismo y pujolismo -dos ismos nacidos en la misma tierra y en circunstancias parecidas-, son asimismo dos estilos con aspectos comunes, hasta el punto de que, aunque los pol¨ªticos se llevan varios a?os de diferencia, pertenecen de hecho a la misma generaci¨®n. Pujol y Maragall han andado en la misma direcci¨®n, pero en paralelo, por lo que nunca se encontrar¨¢n. Sus diferencias conceptuales son hondas: "Pasqual Maragall ve Catalu?a como una sociedad; Jordi Pujol la ve como una entidad".
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