Catherine Breillat busca el l¨ªmite de lo obsceno en la fr¨ªa y t¨®rrida "Romance"
La directora francesa rinde tributo a Oshima y reivindica la inteligencia como motor sexual
Es fr¨ªa como un bistur¨ª y a la vez caliente, expl¨ªcita, provocadora. Ha desatado pol¨¦micas y debates sin fin en Francia y promete censuras y esc¨¢ndalos, pero Romance parece m¨¢s que eso. Una disecci¨®n cl¨ªnica del sexo (femenino), de los complejos motores que mueven a las damas enamoradas, de los l¨ªmites de la obscenidad de la mujer y su dignidad. Catherine Breillat deja al hombre moderno hecho una piltrafa, pero, cuando habla de su pel¨ªcula, a ratos se pone seria, a ratos se r¨ªe mucho y a ratos se hace preguntas.
Romance se estrena el viernes en 20 cines de Espa?a. Viene de arrasar taquillas, convenciones y conciencias en Francia. Por la divisi¨®n de opiniones de los casi doscientos periodistas (mujeres y hombres) que la vieron ayer, es casi seguro que la s¨¦ptima pel¨ªcula de Catherine Breillat toque tambi¨¦n aqu¨ª a las almas buenas y sentidas. A caballo entre el retrato psicol¨®gico ¨ªntimo (un intenso mon¨®logo interior en off de la protagonista, Marie, recorre toda la pel¨ªcula), el erotismo sofisticado e intelectual(oide), y el porno puro y duro (en tiempo real y sin silicona, aunque con erecci¨®n, penetraci¨®n, felaci¨®n, eyaculaci¨®n y sadomasos surtidos), la contradictoria pel¨ªcula provoca sentimientos contradictorios en el espectador: los comentarios o¨ªdos ayer tras el pase de prensa (si es que sirven de referencia) oscilaban entre el "menuda gilipollez", "a las mujeres nos deja malparadas" y el "a m¨ª ya no me excitan en un a?o".
Por la tarde, la directora ense?¨® sus razones entre risas y se defendi¨® a fondo, con gesto de preocupaci¨®n, en una entrevista con siete periodistas, la mayor parte de ellos enfurecidos. Breillat cont¨® que su pel¨ªcula no es concupiscente, ni pornogr¨¢fica, ni er¨®tica, y justific¨® con fino humor la elecci¨®n del semental Rocco Sifredi, protagonista de unas mil pel¨ªculas X y que en su escena cumbre (y ¨²nica) resiste erecto durante varios minutos el parlamento m¨¢s castrador y fr¨ªo que a uno le puedan echar en una cama: "Tiene un carisma formidable y una voz maravillosa", dijo Breillat.
Luego desminti¨® que las mujeres salgan malparadas de su pel¨ªcula (en Francia alguien ha escrito, al rev¨¦s, que Breillat niega para siempre al hombre moderno la capacidad de alentar ficci¨®n alguna), y dijo que el papel que interpreta la actriz protagonista, Caroline Ducey, que ha cosechado extraordinarias cr¨ªticas en Francia, representa a todas las mujeres: "Bueno, claro, no forzosamente al cien por cien, porque la sexualidad es muy complicada, pero s¨ª a la mayor¨ªa. Y, en cualquier caso, tampoco el h¨¦roe masculino del cine representa nunca al cien por cien de los hombres".
Breillat explic¨® adem¨¢s que quiso emular al realizador japon¨¦s Nagisa Oshima de El imperio de los sentidos siendo valiente y expl¨ªcita: "El principio era que todo deb¨ªa ser real, que nada deb¨ªa ser simulado, que no pod¨ªamos fingir. Lo verdaderamente imp¨²dico es fingir. Fingir es la prostituci¨®n del arte, y eso lo saben los actores franceses desde el siglo XVIII".
Respecto a la fuerte carga simb¨®lica de la pel¨ªcula (amor, sexo, muerte, nacimiento), la guionista y directora se?al¨® que es una parte muy importante del filme; explic¨® que surge de algunas referencias literarias ("los mitos de la tradici¨®n herm¨¦tica") y que coexiste con otra parte, m¨¢s novelesca, que se diluye al final.
?Pero qu¨¦ es lo quer¨ªa usted contar exactamente? "Que el sexo es un objeto mental, que su extraordinario misterio es mucho m¨¢s que org¨¢nico. Quer¨ªa hablar de la mujer partida en dos, cuerpo y mente, de la mujer que se supone a s¨ª misma, de lo que significa para ella el tab¨² y vencer ese tab¨². Quer¨ªa explicar lo que significa el sexo para ella, comprender la dignidad que la protege, su pureza. Saber en qu¨¦ consisten sus necesidades. Hace siglos que el hombre dicta leyes para dignificar a la mujer, pero ?sabe qu¨¦ es obsceno para ella?, ?degrada el amor f¨ªsico a la mujer?".
Babelia
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