Los pol¨ªticos no ven que Internet crece sin control, seg¨²n Cebri¨¢n

La clase pol¨ªtica y la empresarial no quieren darse cuenta de que el mundo de la comunicaci¨®n cambia a una velocidad de v¨¦rtigo, por lo que son incapaces de plantear soluciones a las realidades que ya est¨¢n significando esas innovaciones, sobre todo Internet. ?stas son algunas de las reflexiones que ayer hizo el acad¨¦mico y consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebri¨¢n, durante la conferencia inaugural del VII Curso de Periodismo Jur¨ªdico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid / EL PA?S.

Cebri¨¢n concluye que la "sociedad digital" que se est¨¢ creando, especialmente gracias a Internet, no supone s¨®lo importantes modificaciones en el mundo de la comunicaci¨®n, sino un aut¨¦ntico "cambio de civilizaci¨®n". La expansi¨®n de Internet preocupa especialmente al acad¨¦mico, que le ha dedicado uno de sus libros: La Red. Y no s¨®lo por el aspecto econ¨®mico. El consejero delegado de PRISA participa de las teor¨ªas del profesor italiano Giovanni Sartori, quien, en su obra Homo Videns, critica la sociedad actual, que est¨¢ dominada por el mundo de la imagen -que es el que transmite la informaci¨®n- y no por la letra escrita, como suced¨ªa antes. Cebri¨¢n coincide con Sartori y concluye que al aprender a trav¨¦s de im¨¢genes, y no de abstracciones, "disminuye la capacidad de pensar".

La dimensi¨®n econ¨®mica del fen¨®meno de Internet tambi¨¦n influye sobre las estructuras de poder y los mecanismos de control establecidos. Las grandes corporaciones, seg¨²n Cebri¨¢n, tienen cada vez m¨¢s influencia gracias a la red. El monopolio que ejerce la empresa Microsoft con su sistema operativo Windows le concede en determinadas ocasiones m¨¢s poder del que pueda tener el presidente de Estados Unidos.

Cebri¨¢n dijo que la red est¨¢ creciendo sin control; s¨®lo se doblega a los deseos de sus usuarios. La pornograf¨ªa, por ejemplo, se est¨¢ convirtiendo en un ¨®ptimo sistema para implantar aceleradamente las nuevas tecnolog¨ªas. En este punto aport¨® algunos datos para demostrarlo: as¨ª, el 68% del comercio electr¨®nico es pornogr¨¢fico.

De un pa¨ªs a otro

Pero, ?c¨®mo controlar la red? Su condici¨®n global convierte esta tarea en algo muy complicado, seg¨²n el acad¨¦mico. Porque si un pa¨ªs atacara a los servidores que distribuyen pornograf¨ªa infantil, bastar¨ªa con que se fueran a otro pa¨ªs con menos control y esas mismas im¨¢genes se podr¨ªan seguir obteniendo en otra direcci¨®n de Internet. Por eso Cebri¨¢n cree que las clases dirigentes, que parecen estar pasando por alto este problema, deber¨ªan preocuparse para tratar de lograr una serie de convenios internacionales que regulen la red, aunque sea m¨ªnimamente. Lo que no se puede pedir es la autorregulaci¨®n de la industria. Sobre todo porque las grandes compa?¨ªas que operan en el sector no tienen legitimidad para decidir qu¨¦ pueden o deben ver sus usuarios, a?adi¨® en su reflexi¨®n.

En el primer d¨ªa del curso de periodismo jur¨ªdico participaron tambi¨¦n Santiago Mart¨ªnez Lage, secretario general de la Asociaci¨®n Espa?ola para el Estudio del Derecho Europeo, y uno de los jueces de la Audiencia Nacional, Manuel Garc¨ªa Castell¨®n. El juez habl¨® principalmente de los problemas con que se encuentran los magistrados espa?oles cuando piden comisiones rogatorias a pa¨ªses extranjeros. Adem¨¢s se mostr¨® muy pesimista con respecto a las posibilidades de que se cree pr¨®ximamente un Tribunal Penal Internacional.