Uno de cada tres alumnos de Matem¨¢ticas abandona la carrera despu¨¦s del primer a?o
Los estudiantes llegan a la facultad con un bajo nivel de formaci¨®n en la materia
Hay estad¨ªsticas que los responsables de las facultades de Matem¨¢ticas de todo el pa¨ªs ven con malos ojos. Y las relativas a los alumnos que abandonan la carrera despu¨¦s del primer a?o, sin haber aprobado una triste asignatura, figuran entre las m¨¢s ingratas. Aproximadamente uno de cada tres nuevos estudiantes de Matem¨¢ticas se desmoronan al primer contacto con el mundo de las ecuaciones, los logaritmos neperianos y las derivadas, y los pron¨®sticos -por mucho que ¨¦stos no sean una ciencia exacta- apuntan a que tales ¨ªndices a¨²n pueden empeorar a lo largo de estos pr¨®ximos a?os. La voz de alarma la dio primero la facultad de la Complutense de Madrid, que en apenas cinco a?os ha visto c¨®mo el porcentaje de fracasos se disparaba del 8% al 27%. No obstante, en otras ciudades no les van a la zaga, sino m¨¢s bien al contrario. En la Central de Barcelona, de los 276 alumnos que entraron en Matem¨¢ticas el a?o pasado s¨®lo tres lograron aprobar las tres asignaturas del primer cuatrimestre, mientras que los que hab¨ªan hecho pleno de suspensos eran 205: el 74,2%.
Los datos son casi igual de desesperanzadores en la Universidad de Granada, donde Matem¨¢ticas tambi¨¦n ocupa el primer puesto en la clasificaci¨®n de abandono de estudios. En concreto, el curso 1997-98 se sald¨® con 77 bajas sobre un total de 204 nuevos estudiantes, un ¨ªndice de frustraciones (37%) que supera ampliamente el de carreras tan exigentes como F¨ªsicas (28,8%) o Qu¨ªmicas (32,9%). Granada es la universidad espa?ola con m¨¢s capacidad para futuros matem¨¢ticos: 400 plazas para el curso que se avecina.
?Qu¨¦ est¨¢ sucediendo? Hay opiniones para todos los gustos, pero la mayor¨ªa de expertos consultados por este peri¨®dico advierte de que el problema no parte de las facultades, sino que se arrastra a lo largo de todas las etapas del sistema educativo, desde la primaria hasta el bachillerato.
Suspenso en selectividad
Por ejemplo, en la selectividad madrile?a de 1998 los quebrados y las integrales ya se les atragantaron a much¨ªsimos estudiantes. Las notas medias en los ejercicios de esta materia -un 2,7 en las matem¨¢ticas para alumnos de letras y un 3,4 para los de ciencias- supusieron las peores calificaciones de cuantas asignaturas compon¨ªan el ejercicio selectivo. En Andaluc¨ªa, la calificaci¨®n media en Matem¨¢ticas I subi¨® a un esperanzador 5,2, pero en Matem¨¢ticas II se qued¨® atascada en 3,2. En pocas palabras: suspender las matem¨¢ticas se ha convertido en lo normal. Miguel de Guzm¨¢n, catedr¨¢tico de an¨¢lisis matem¨¢tico en la Complutense de Madrid, est¨¢ convencido de que la calidad de la ense?anza secundaria "ha ca¨ªdo en picado" de unos pocos a?os a esta parte. "Muchos alumnos llegan a la facultad sin haber visto una triste demostraci¨®n", se lamenta. Y a?ade: "Adem¨¢s, como los profesores universitarios todav¨ªa no nos hemos habituado a esta circunstancia, seguimos midiendo con la misma vara a una gente que llega con un nivel m¨¢s bajo. El resultado es un ¨ªndice de fracaso acad¨¦mico que yo encuentro aterrador".
De Guzm¨¢n, que ha sido presidente de la Comisi¨®n Internacional de Educaci¨®n Matem¨¢tica, aboga por tomar medidas "urgentes y desde la base" para poner freno a la actual situaci¨®n. "Desde luego, no es tolerable que las matem¨¢ticas hayan dejado de ser un elemento fundamental en la formaci¨®n de los maestros. Hasta dentro de 20 a?os no creo que se enderece este panorama, pero para eso tenemos que empezar a tomar medidas ya mismo", propuso.
Y es que, a juicio de este profesor, las matem¨¢ticas han pasado a estudiarse en la escuela como "una acumulaci¨®n de rutinas sin sentido, igual que si se estuviera ense?ando caligraf¨ªa". Mucho mejor ser¨ªa, en su opini¨®n, que se enfocara este aprendizaje de un modo m¨¢s l¨²dico: aplicaciones pr¨¢cticas, ejercicios de l¨®gica, entronque con la historia de la cultura y el pensamiento, la teor¨ªa de grafos...
Ense?anza "light"
M¨¢s esc¨¦ptico a¨²n se mostr¨® Carles Sim¨®, catedr¨¢tico de matem¨¢tica aplicada en la Universidad de Barcelona. "La tendencia del momento es a que la ense?anza sea light: igual que el tabaco, la comida o la Coca-Cola", apunt¨® sin ambages. "Por ello, aunque sea deshonesto", agreg¨®, "los alumnos pueden pasar de curso en primaria o secundaria aun sin saber casi nada. La educaci¨®n en serio se ha convertido en un elemento muy poco popular desde la perspectiva de los pol¨ªticos". As¨ª las cosas, la soluci¨®n pasa en primer t¨¦rmino, a juicio de Sim¨®, por el Ministerio de Educaci¨®n. "Los gobernantes deben dejar de pensar que el pueblo llano es tonto y que no se le puede dar una serie de explicaciones. Evidentemente, ha llegado la hora de reaccionar", exclam¨®. En un segundo t¨¦rmino, este catedr¨¢tico catal¨¢n abog¨® por crear una diplomatura de Matem¨¢ticas de tres a?os, puesto que esta disciplina s¨®lo se contempla, hasta ahora, como una licenciatura de cinco. "De la misma manera que cualquier muchacho asume que hay gente capacitada para practicar el tenis y gente que no, debe asumir algo parecido en el terreno de las actividades intelectuales. Una diplomatura ser¨ªa una buena soluci¨®n para diversificar niveles de ense?anza y encauzar a quienes buscan una cosa m¨¢s concreta", razon¨®.
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