"?Pap¨¢, estamos clasificados!"
Sainz prefiri¨® no ver el Francia-Eslovenia y se enter¨® de la clasificaci¨®n por la llamada del hijo de un federativo

"?Pap¨¢ ha ganado Francia! ?Estamos clasificados!". Jos¨¦ Luis S¨¢ez, vicepresidente de la Federaci¨®n Espa?ola, no daba cr¨¦dito. Era su hijo Pepo, de 9 a?os, quien despu¨¦s de haber visto el partido por televisi¨®n le llamaba desde Espa?a para darle la noticia. Francia le hab¨ªa ganado a Eslovenia. Espa?a estaba en cuartos de final. Sentado en la terraza de un caf¨¦ de Pau, al lado de S¨¢ez, el seleccionador espa?ol, Lolo Sainz, pon¨ªa los ojos como platos. Nuevo aviso de llamada. Esta vez el que suena es el tel¨¦fono m¨®vil del propio Sainz. Tambi¨¦n es su hija. La extraordinaria noticia se confirma. Espa?a estar¨¢ entre los ocho primeros del Europeo. Derrotada ya de forma imprevista Yugoslavia ante Rusia -el resultado contrario tambi¨¦n le hubiera dado el pase a Espa?a-, ya no quedaba m¨¢s vuelta de hoja. O ganaba Francia, o maletas y para casa. La selecci¨®n hab¨ªa regresado a su hotel de Pau tras vencer a Israel con holgura. Sainz, desde all¨ª, hab¨ªa empezado a ver por televisi¨®n el partido entre yugoslavos y rusos. Primero empez¨® a inquietarse, luego se mosque¨® y acab¨® tan irritado por la beat¨ªfica forma en que los yugoslavos permit¨ªan ser derrotados por los rusos que opt¨® por dejarlo correr e irse a tomar un refresco en compa?¨ªa de S¨¢ez.
Consumado el triunfo de Rusia (76-68) s¨®lo restaba esperar a que Francia ganara a Eslovenia. De lo contrario, los eslovenos hubieran sumado tres victorias, las mismas que Espa?a, que al haber perdido en su enfrentamiento directo contra el equipo de Zdovc, se hubiera visto relegada al quinto puesto, hubiera quedado eliminada y por vez primera desde 1977 fuera de los ocho primeros en un Europeo. Las primeras noticias que les llegaron a Sainz y a S¨¢ez desde el pabell¨®n a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil tambi¨¦n eran descorazonadoras. Eslovenia le estaba dando un ba?o a Francia, que perd¨ªa por 19 puntos. Luego, silencio. No llegaban m¨¢s noticias.
Pero en el pabell¨®n de Pau suced¨ªa algo como pocas veces se ha visto. El p¨²blico, correcto pero incansable, sacaba a su equipo del agujero. No hab¨ªa mejor estimulante que el ambiental. Y Eslovenia espez¨® a venirse abajo. Francia, a dos minutos para el final, se puso por delante. Y no perdon¨® (74-69).
Sainz, poco despu¨¦s y antes de cenar en un c¨¦ntrico restaurante de Pau con la delegaci¨®n espa?ola, llam¨® por tel¨¦fono al seleccionador franc¨¦s, Jean-Pierre de Vincenzi. "?Gracias por el esfuerzo que hab¨¦is hecho!", le dijo el seleccionador espa?ol. "La verdad, no hubiera podido soportar una mirada de reproche tuya?", le contest¨® De Vincenzi. Lolo admiti¨® que hab¨ªa pasado cinco horas terriblemente angustiosas.
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