Ciclismo traicionado
El Tour del 99 podr¨ªa haber sido el de la verdad; ser¨¢ el de la mentira. Los esfuerzos de la organizaci¨®n para sanear una prueba desacreditada (...) se han visto reducidos a nada por una de las decisiones m¨¢s curiosas tomadas por la UCI. Al exigir el reingreso de Virenque (...) y de Manolo Saiz (...), quienes, seg¨²n Jean- Marie Leblanc, no eran "bienvenidos" (...), la instancia superior del ciclismo da un duro golpe a la lucha antidopaje. (...) Claro que no se trata de retirar a Virenque el derecho a la presunci¨®n de inocencia y de privar a Saiz del derecho al perd¨®n; sin embargo, cabe recordar que el franc¨¦s est¨¢ relacionado con los dos casos m¨¢s importantes de dopaje de estos a?os y que el espa?ol lleva la carrera de Laurent Jalabert, corredor que sostiene que "no hay dopaje en el ciclismo". La UCI basa su exigencia en una cuesti¨®n de forma. (...) ?C¨®mo se puede con fiar en las instituciones de la justicia deportiva ante tanta connivencia y tanto cinismo? Es una pena que Verbruggen no haya comprendido el inter¨¦s hist¨®rico de la actual situaci¨®n. (...) Habr¨ªa podido ser el primer dirigente del ciclismo en romper de verdad con la cultura del dopaje. (...) Hace unas semanas, Jean-Cyril Robin denunci¨® "un ciclismo con dos velocidades" al referirse al resultado sospechoso de ciertos equipos mientras otros iniciaban su redenci¨®n. Por esta "salida del plato" el presidente de la UCI le reclam¨® excusas. Pero reconozcamos que el atleta ten¨ªa raz¨®n: a partir de ahora, hay un ciclismo con dos velocidades; y conocemos a uno de sus promotores: Verbruggen. 1 de julio
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.