Espa?a se ofusca frente a Italia
El equipo de Lolo Sainz sali¨® derrotado en una final dominada de punta a punta por los transalpinos
El calor del oro derriti¨® a la selecci¨®n espa?ola en una final que Italia se agenci¨® con ese estilo certero y pragm¨¢tico, tan suyo desde que el baloncesto es baloncesto. La final, en suma, reprodujo los estereotipos de tantos a?os de batallas, incluida aquella de hace 16 a?os, tambi¨¦n en Francia, cuando los italianos se anotaron su primer y hasta ayer ¨²nico t¨ªtulo continental a costa, otra vez, de Espa?a. El equipo espa?ol se despidi¨® muy por debajo de lo que hab¨ªa apuntado los dos d¨ªas de gloria anteriores, ante Lituania y ante Francia. Por una u otra circunstancia, se repiti¨® lo que se tem¨ªa. Ese factor dif¨ªcil de determinar pero que lleva a los jugadores espa?oles a un extra?o tembleque. Las estad¨ªsticas explican m¨¢s que cien argumentos deprimentes: Espa?a fall¨® 10 tiros libres, perdi¨® nueve veces la posesi¨®n del bal¨®n en la primera parte y s¨®lo anot¨® cinco canastas en juego durante la primera parte, despu¨¦s de fallar hasta 20 lanzamientos, algunos de ellos efectuados con mano encogida y dir¨ªase que con los ojos entrecerrados. El castigo al que fue sometido el equipo espa?ol fue tremendo, una interminable agon¨ªa a la que se resisti¨® con coraje pero sin esperanzas. La final, a las primeras de cambio, se qued¨® pr¨¢cticamente en nada. Italia cabalgaba y Espa?a no lograba ponerse en pie. Los italianos entraron en el partido con tres largos de ventaja. Manejaron los acontecimientos con autoridad de c¨¢tedra. Tanjevic, su t¨¦cnico, redobl¨® la defensa a Herreros, de cuya dependencia nadie duda en la selecci¨®n espa?ola. Empez¨® marc¨¢ndolo Myers y luego Meneghin. Pero el artillero espa?ol no se ten¨ªa que zafar de uno sino de una segunda defensa que siempre le sal¨ªa al paso. Y Espa?a, con Herreros en dificultades, es otro equipo. No encontraba por d¨®nde acuchillar el equipo espa?ol, mientras que los italianos aprovecharon con descaro los cent¨ªmetros de m¨¢s que Fucka y Chiacig les sacaban a su pareja de baile, De Miguel y Reyes. La lucha de los pivotes espa?oles se parec¨ªa a la de Don Quijote contra los molinos de viento. Sin lograr una buena circulaci¨®n del bal¨®n en ataque ni acomodar a Herreros para que lanzara con alguna posibilidad de ¨¦xito, Espa?a tuvo que sacar enseguida los prism¨¢ticos: 6-20. Sainz opt¨® por echar a correr e intentar que Angulo sirviera para reforzar las posibilidades en el lanzamiento, adem¨¢s de recurrir a Due?as y Romero para mitigar la inferioridad en el rebote. Pero Tanjevic siempre tuvo soluciones instant¨¢neas como si esperase de antemano todo cuanto iba a intentar el equipo espa?ol que recurri¨® a poco del final de la primera parte por defender en una zona 2-3. Espa?a, con la sensaci¨®n de ser netamente inferior, todav¨ªa se fue al descanso (24-32) con el consuelo de haberse librado de una buena gracias a que Corrales reactiv¨® el juego. A¨²n m¨¢s, la esperanza se reabri¨® porque nada m¨¢s reanudarse el juego logr¨® acercarse a seis puntos: 26-32. Pero entonces los italianos perforaron la defensa en zona espa?ola a base de triples y volvieron a poner el turbo: 29-49. Otra vez Espa?a sent¨ªa el yugo italiano. Y todav¨ªa quedaban doce minutos. De martirio parec¨ªan entonces. Pero en aquella situaci¨®n y despu¨¦s de que Sainz hiciese cuatro cambios a la vez y ordenase la vuelta al marcaje individual, los italianos empezaron a especular y Espa?a, a correr. Corrales, pese a alg¨²n que otro subid¨®n excesivo, mantuvo un ritmo trepidante y facilit¨® que Esteller y Herreros anotaran alg¨²n triple. Italia se hab¨ªa parado. S¨®lo esperaba al bocinazo final. La remontada de Espa?a fue meritoria. Pas¨® de un 33-52 a un 52-58. Quedaba un minuto y medio. Pero la suerte estaba echada. Italia no fall¨® con el estoque y Espa?a perdi¨® su cuarta final en la historia de los Europeos. Pero no por eso se desvaneci¨® la satisfactoria imagen de los dos d¨ªas anteriores y la gloria de una medalla de plata con la que, antes y durante muchos momentos del campeonato en que se roz¨® la muerte s¨²bita, nadie esperaba.
ESPA?A 56 - ITALIA 64
Espa?a: Nacho Rodr¨ªguez (0), Carlos Jim¨¦nez (3), Herreros (10), De Miguel (1), Reyes (7); Due?as (7), Angulo (0), Corrales (15), Romero (4), De la Fuente (4) y Esteller (5). 15 canastas de 41 lanzamientos. 4 de 14 triples. 22 de 36 tiros libres. 38 rebotes, 13 en ataque. 27 faltas personales. Eliminado: Esteller (m.38).Italia: Meneghin (2), Myers (18), De Pol (7), Fucka (10), Chiacig (9); Marconato (2), Galanda (4), Basile (2) y Abbio (10). 18 canastas de 45 lanzamientos. 2 de 15 triples. 26 de 33 tiros libres. 27 rebotes, 7 en ataque. 29 faltas personales. Eliminado: Galanda (m.37). ?rbitros: Rems (Eslovenia) y Dorizon (Francia). Pabell¨®n Bercy de Par¨ªs. Lleno. Unos 14.000 espectadores. Final del Eurobasket99. Italia fue medalla de oro, Espa?a, plata, y Yugoslavia, que gan¨® a Francia (74-62), bronce.
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