Las finales s¨®lo se pierden si las juegas

- Espa?a no tuvo su d¨ªa. Por encima de nombres, consideraciones t¨¢cticas y t¨¦cnicas, un equipo que acaba con 22 puntos sobre 36 lanzamientos de tiros libres y que pierde nueve posesiones de bal¨®n m¨¢s que su rival (16 por 7), tiene todas las de perder. Y as¨ª fue. Espa?a perdi¨® pero sin esas r¨¦moras el partido hubiera resultado mucho m¨¢s igualado.- La defensa a Herreros. Los italianos son maestros en el estudio de los sistemas de ataque del rival. En el caso de Espa?a, lo ten¨ªan mucho m¨¢s f¨¢cil que ante otros rivales. Se trataba de anular a Herreros. Y lo consiguieron con una defensa cinco contra cinco pero muy bien estudiada para frenar a Herreros que acab¨® el partido muy lejos de los 20 puntos de media que acreditaba. El ca?onero espa?ol se qued¨® en diez puntos y Espa?a muy limitada en ataque. Nunca le dejaron a Herreros progresar con el bal¨®n a la salida de los bloqueos. Se encontr¨® con marcajes dobles y cambios de oponente que hicieron terriblemente dif¨ªcil que pudiera buscar posiciones id¨®neas para lanzar.

- Buena defensa. El equipo espa?ol no estuvo mal en defensa. Los italianos se llevaron el t¨ªtulo con tan s¨®lo 64 puntos. Fue uno de los pocos aspectos positivos junto a la reacci¨®n de orgullo cuando peor lo ten¨ªa. Corrales asumi¨® muchos riesgos pero, pese a alg¨²n que otro aceler¨®n excesivo, le dio vivacidad e incluso alguna esperanza al equipo espa?ol que, adem¨¢s de maquillar el marcador, se libr¨® cuanto menos de un correctivo excesivo.

- Cansancio. El equipo espa?ol lleg¨® muy cansado al partido. Se hab¨ªa exprimido al m¨¢ximo en los dos encuentros anteriores, y en ese aspecto tambi¨¦n le sac¨® una notable diferencia Italia. Espa?a hab¨ªa evidenciado en los cuartos de final y en la semifinal una defensa muy agresiva y excelentemente colocada y Herreros la enorme eficacia que le ha hecho ser el m¨¢ximo anotador del Europeo tras haberlo sido del Mundial del a?o pasado.

- En el buen camino. La final no fue positiva pero el mal sabor de boca del ¨²ltimo partido no debe borrar la buena trayectoria del equipo espa?ol, que ha logrado una medalla de plata que casi nadie esperaba. Est¨¢ en el buen camino y ha logrado con este ¨¦xito que se reabra la v¨ªa de los ¨¦xitos y que el baloncesto pueda volver a prender entre los j¨®venes, que las nuevas generaciones tengan un espejo en el que mirarse y que no se echen a perder aquellos jugadores que se adjudicaron el a?o pasado el Mundial junior. Al fin y al cabo, las finales s¨®lo las pierden los que las juegan.