Buteflika apuesta por la reconciliaci¨®n

En Argelia la historia parec¨ªa haberse detenido en los cementerios. Tras m¨¢s de siete a?os de violencia que se han cobrado 100.000 muertes, como el mismo Gobierno acaba de reconocer, el pa¨ªs magreb¨ª se hallaba sumido en un sangriento t¨²nel sin salida. Pero su nuevo presidente, Abdelaziz Buteflika, ha dado signos de querer recuperar el tiempo perdido e impulsar con urgencia la reconciliaci¨®n nacional.

Con motivo del 37¡ã aniversario de la independencia argelina, Buteflika se dispone a anunciar ma?ana, seg¨²n la prensa de Argel, el fin del estado de excepci¨®n implantado a ra¨ªz del golpe militar de 1992, que impidi¨® la llegada al poder del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) y que dio paso a la espiral de violencia. Anoche, Buteflika analiz¨® la situaci¨®n con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, En apenas un mes, el Ej¨¦rcito Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (EIS), el brazo armado del FIS, ha abandonado definitivamente las armas, y el l¨ªder hist¨®rico del islamismo pol¨ªtico en Argelia, Abasi Madani, ha expresado su apoyo sin reservas al presidente. Buteflika, elegido el pasado 15 de abril en unas pol¨¦micas elecciones —tras la retirada en bloque de todos los candidatos de la oposici¨®n en protesta por supuestas irregularidades en el proceso—, busca ahora una nueva legitimaci¨®n en las urnas a trav¨¦s de un refer¨¦ndum, que puede celebrarse este mismo verano, para la ratificaci¨®n popular de la ley de Concordia Civil, la que facilitar¨¢ la integraci¨®n de miles de presos pol¨ªticos.

Un paso adelante

Pero antes de que se apruebe este instrumento legal de reconciliaci¨®n nacional, proyecta recurrir a sus prerrogativas como jefe del Estado para indultar a miles de islamistas "sin delitos de sangre". Los diarios de Argel barajan que 1.500 de estos reclusos ser¨¢n excarcelados a partir de ma?ana. Y Madani, que se encuentra actualmente en situaci¨®n de detenci¨®n domiciliaria, puede ser uno de los que recobren la libertad.

Los diplom¨¢ticos occidentales observan con cautela el vertiginoso proceso de pacificaci¨®n puesto en marcha por Buteflika, quien en una reciente visita a Suiza ha llegado a sugerir que la anulaci¨®n de las elecciones generales de 1992, cuya primera vuelta hab¨ªa ganado ampliamente el FIS, fue una acci¨®n de violencia. El r¨¦gimen argelino sigue estando marcado por la opacidad del poder real: la mano no siempre oculta del todopoderoso Ej¨¦rcito y los intereses que se mueven en torno al control de los ingresos de los hidrocarburos.

Desde el pasado 6 de junio, cuando el jefe del Ej¨¦rcito. Isl¨¢mico de Salvaci¨®n, Madani Mezrag, anunci¨® el adi¨®s a las armas de su guerrilla, Buteflika ha dado sucesivos pasos en la direcci¨®n de su principal promesa de la campa?a electoral: la reconciliaci¨®n nacional y el fin de la violencia. Ese mismo d¨ªa, el presidente anunci¨® la presentaci¨®n de la ley de Concordia Civil, basada en "un amplio perd¨®n para los implicados en acciones violentas, con el objetivo de resolver los problemas de seguridad y restaurar la estabilidad" en pa¨ªs.

El presidente de la Liga Argelina para la Defensa de los Derechos Humanos, Abdenur Al¨ª Yahia, considera que en el pa¨ªs magreb¨ª hay a¨²n unos 20.000 presos pol¨ªticos, islamistas en su mayor¨ªa. Y el denominado Comit¨¦ SOS Desaparecidos exige a las autoridades que den cuenta del paradero de m¨¢s de 3.000 personas cuya pista se ha perdido despu¨¦s de haber sido detenidas por los servicios de seguridad a lo largo de los ¨²ltimos siete a?os.

Entretanto, la Asamblea Nacional Popular, la C¨¢mara baja del Parlamento argelino, ya ha comenzado a estudiar el proyecto de ley de Concordia Nacional del presidente Buteflika, que tiene pr¨¢cticamente — garantizada la aprobaci¨®n de su propuesta: los — grupos pol¨ªticos que le apoyaron como candidato a presidente, desde el antiguo partido ¨²nico Frente de Liberaci¨®n Nacional, hasta el islamista moderado Movimiento de la Sociedad por la Paz, suman m¨¢s de tres cuartas partes de los esca?os del Parlamento.

A pesar de su ventaja parlamentaria, Buteflika ha insistido en convocar un refer¨¦ndum de ratificaci¨®n popular con el doble objetivo de implicar a la sociedad en la reconciliaci¨®n y de asentar la legitimidad de su poder en las urnas, ya que, seg¨²n ¨¦l mismo ha advertido, dimitir¨¢ si los votantes no respaldan sus medidas de reconciliaci¨®n nacional.

Tolerancia y convivencia

Pero los argelinos de a pie empiezan a advertir se?ales de cambio, al menos en las calles de la capital, donde los controles policiales parecen haberse relajado, y los caf¨¦s y mercados populares rebosan de clientes, vestidos a la occidental o con la indumentaria tradicional magreb¨ª, en un aparente clima de tolerancia y convivencia. Seg¨²n un informe publicado ayer por el diario Libert¨¦, m¨¢s de la mitad de los inmigrantes argelinos en Francia desean volver a pasar las vacaciones en su pa¨ªs tras la mejor¨ªa de las condiciones de seguridad. Algo est¨¢ cambiando.

El pasado jueves, en la v¨ªspera del viernes festivo musulm¨¢n, la capital vivi¨® un inusual estallido de alegr¨ªa tras la final de la Copa de Argelia de f¨²tbol, en la que el equipo local de Argel, USMA, se hizo con la victoria. M¨¢s de 80.000 aficionados se echaron a las calles de la capital tras un partido que Buteflika aprovech¨® para darse un ba?o de popularidad y lanzar, de paso, su campa?a de imagen a favor del refer¨¦ndum de ratificaci¨®n de la ley de Concordia Civil.

El presidente argelino parece estar dispuesto, seg¨²n analistas extranjeros, a recuperar el culto a la personalidad como elemento integrador de un pa¨ªs que sigue a?orando la edad de oro del coronel Huari Bumedi¨¢n, cuando Argelia lideraba el Movimiento de los Pa¨ªses No Alineados y el propio Buteflika era su ministro de Exteriores, desde 1963 hasta 1978.

Incluso los artistas que se tuvieron que autoexiliar ante las amenazas integristas vuelven a actuar en Argelia. El cantante Cheb Mami, junto a Khaled, una de las principales voces del rai, la m¨²sica m¨¢s popular entre los j¨®venes del Magreb, ser¨¢ esta noche la estrella del multitudinario concierto de la Independencia en Argel. Desde 1992, no hab¨ªa regresado a su pa¨ªs.

El movimiento islamista pol¨ªtico, mientras tanto, comienza a reorganizarse dentro de un marco legal en Argelia El ex ministro de Asuntos Exteriores Ahmed Taleb Ibrahimi, que fue candidato en las pasadas elecciones presidenciales, anunciaba ayer la creaci¨®n de un partido pol¨ªtico. Taleb Ibrahimi estaba considerado durante la campa?a electoral como el candidato no declarado del proscrito FIS, cuya direcci¨®n le propuso en 1991 como posible primer ministro.