Biblioteca en el Born JOSEP MARIA MONTANER

Desde el pasado diciembre, la larga historia de la b¨²squeda de un nuevo uso para el antiguo Mercat del Born ha encontrado una soluci¨®n que parece definitiva: instalar en ¨¦l la nueva Biblioteca P¨²blica Provincial del Estado, seg¨²n acuerdo del Ministerio de Cultura, la Generalitat de Catalu?a y el Ayuntamiento de Barcelona. Desde 1971, la estructura de fundici¨®n del arquitecto Josep Fontser¨¦ y del ingeniero Josep Maria Cornet ha estado a la espera de un nuevo destino, alternando usos espor¨¢dicos como exposiciones, teatro o m¨²sica con ¨¦pocas de total abandono. Incluso en 1980 fue restaurado bajo la direcci¨®n del arquitecto Pedro Espinosa. En ciertos momentos hab¨ªa parecido que ya se ten¨ªa la soluci¨®n, como cuando en 1990 hubo tratos para que el antiguo Mercat fuera la sede de la cadena francesa FNAC o como cuando entre 1993 y 1996 el edificio estuvo alquilado a la Universidad Pompeu Fabra, y se manejaron diversos proyectos arquitect¨®nicos -en 1993 uno de Santiago Calatrava y en 1995 un concurso restringido-, que han quedado en nada. Estas vicisitudes hablan de la gran dificultad de reutilizar una estructura tan definida formal y t¨¦cnicamente como la cubierta del mercado. Ante esta constataci¨®n, en alg¨²n momento se plante¨® la propuesta m¨¢s inteligente: si todo mercado es una plaza cubierta, restituir esta esencia inicial reconvirtiendo el antiguo mercado en la gran cubierta de un espacio p¨²blico que podr¨ªa albergar ferias y otros acontecimientos urbanos. Con la decisi¨®n adoptada se produce una confrontaci¨®n muy dif¨ªcil de resolver: compaginar la permanencia de una estructura permeable, ligera y transparente con el uso de una biblioteca que requiere unos espacios impenetrables, herm¨¦ticos y protegidos; un antiguo mercado, foco abierto de intercambio comercial y de bullicio convertido en cerrado lugar de reflexi¨®n y lectura. Adem¨¢s, la estructura del edificio est¨¢ totalmente definida: absolutamente sim¨¦trica, axial y jer¨¢rquica, cuando a lo largo de este siglo la evoluci¨®n de los espacios de lectura -pensemos en las bibliotecas de Alvar Aalto, de Hans Scharoun en Berl¨ªn o de Wilson y Bolles en M¨¹nster- ha tendido a formas org¨¢nicas y diseminadas. S¨®lo Louis Kahn sigui¨® operando sobre esquemas rigurosamente geom¨¦tricos en sus bibliotecas. Dentro de las dificultades, el proceso seguido para elegir a los autores del proyecto ha sido acertado: convocar un concurso que ha sido ganado por los arquitectos Rafael de C¨¢ceres y Enric S¨°ria, un equipo del que se puede confiar que har¨¢ lo imposible para conciliar la estructura existente con un nuevo uso tan dispar. La propuesta de C¨¢ceres y S¨°ria es m¨¢s un work in progress que algo definitivamente decidido. He aqu¨ª otra buena opci¨®n de m¨¦todo, acorde con nuestros tiempos. Se ha optado por unas directrices iniciales: respetando al m¨¢ximo la idea del antiguo Mercat, superar su car¨¢cter is¨®tropo, poco integrado a la realidad del entorno urbano, dando prioridad a la fachada a la plaza del Comercio, la m¨¢s representativa, que ser¨¢ acristalada. Manteniendo la estructura axial del edificio, introducir distintos niveles para integrar en el dr¨¢stico orden de los ejes la enorme diversidad de solicitaciones del interior. Existiendo restos del antiguo Rec Comtal en la base del edificio, destinar una parte de ¨¦l como patio arqueol¨®gico y como reserva de espacio para el futuro. Dicha biblioteca no ser¨¢ el tradicional lugar para estudiosos, con importantes fondos bibliogr¨¢ficos hist¨®ricos, sino que se trata de un centro de informaci¨®n y documentaci¨®n que se nutrir¨¢ de