Los papeles de Hillary

Los aspirantes a ocupar cargos p¨²blicos juegan con la fama, la riqueza, sus relaciones y otras caracter¨ªsticas parecidas. Hillary Clinton, que comenz¨® el martes una campa?a exploratoria para sustituir al senador Daniel Patrick Moynihan, de Nueva York, no est¨¢ descalificada por ser la primera dama. Apellidos como Dole y Bush pretenden alcanzar la nominaci¨®n de candidatos republicanos a la presidencia. Un joven congresista llamado Kennedy es el jefe del Comit¨¦ de Campa?a del Congreso Dem¨®crata. Todos est¨¢n en su perfecto derecho. (...) La se?ora Clinton se enfrenta a la acusaci¨®n de arribismo. No tiene la menor relaci¨®n con el Estado de Nueva York, donde han surgido los primeros chistes. Pero no ser¨ªa la primera arribista con ¨¦xito; ya hubo un senador Kennedy. (. ..) La cuesti¨®n no estriba en la influencia de su posici¨®n, lo fundamental es comprobar si abusa de esa notoriedad. Es dif¨ªcil afirmar cu¨¢ndo un viaje es oficial o pol¨ªtico, decidir qui¨¦n paga la factura. (...) Ser¨¢ un abuso si la primera dama usa los recursos de la Casa Blanca para costear su campa?a, o si pretende influir en la Administraci¨®n para su propio provecho. Recientemente asisti¨® a una reuni¨®n sobre los pagos al sistema p¨²blico de salud por parte de los hospitales universitarios, que se sienten injustamente tratados. Si les hubiera apoyado ante la Administraci¨®n, pod¨ªa haber sobrepasado la frontera de la prudencia. Una de las claves para juzgar la candidatura de Hillary Clinton ser¨¢ su habilidad en separar las dos facetas.

8 de junio