Las tabacaleras se movilizan para anular la primera gran victoria judicial de los fumadores
Las empresas utilizar¨¢n todos los recursos legales para evitar indemnizar a 500.000 enfermos
Las tabacaleras de EE UU movilizaron ayer a un ej¨¦rcito de abogados para bloquear o anular el veredicto de un jurado de Miami (Florida), que las consider¨® culpables de provocar una veintena de enfermedades en los fumadores y de ocultar la utilizaci¨®n de sustancias adictivas en los cigarrillos. La sentencia, que responde a la demanda de nueve fumadores enfermos en representaci¨®n de 500.000 afectados, pone en jaque a la industria del tabaco, ya que las indemnizaciones por este caso, por los cientos pendientes de veredicto y por los que se avecinan pueden alcanzar decenas de billones de pesetas.
En la madrugada espa?ola del jueves, un jurado de Miami declar¨® responsable a la industria del tabaco de "conspirar para ocultar informaci¨®n sobre los peligros de fumar y de actuar fraudulentamente manipulando los niveles de nicotina para crear adicci¨®n". Es la primera vez que una demanda colectiva de fumadores de EE UU acaba en sentencia, y condenatoria. El veredicto, el peor para las tabacaleras en 40 a?os de litigios y el primero en respuesta a una class action lawsuit (demanda que plantea un n¨²mero determinado de personas en representaci¨®n de un grupo masivo de afectados) da paso ahora a la segundo fase del proceso: la fijaci¨®n de las indemnizaciones y su reparto entre los 500.000 fumadores de Florida afectados por alguna enfermedad relacionada con el tabaco. Est¨¢ previsto que el juez Robert Kaye anuncie la fecha de comienzo de la segunda fase durante una audiencia que se celebrar¨¢ el lunes.
La acusaci¨®n ha solicitado una indemnizaci¨®n de 200.000 millones de d¨®lares (unos 32 billones de pesetas, aproximadamente la tercera parte del PIB de Espa?a). Sin embargo, algunos expertos calculan que podr¨ªa alcanzar los 500.000 millones de d¨®lares (80 billones de pesetas). De fijarse una cifra compensatoria, siempre y cuando no prosperen los recursos de las industrias tabacaleras, cualquier afectado de Florida podr¨¢ reclamar su indemnizaci¨®n con la simple confirmaci¨®n de que su enfermedad es producto del h¨¢bito de fumar.
Una de las posibles estrategias legales de las tabacaleras para bloquear el proceso ser¨ªa pedir la anulaci¨®n del juicio por cualquier defecto de forma o de fondo durante la audiencia del lunes, explic¨® ayer al EL PA?S el portavoz del Tribunal de Miami, Morton Lukoff. Algunos jueces han fallado en el pasado a favor de las compa?¨ªas por considerar que es imposible sentenciar una demanda planteada por cientos de miles de afectados ya que cada caso tiene sus propias caracter¨ªsticas. Pero el abanico de argucias legales es m¨¢s amplio. Seg¨²n el sistema norteamericano de justicia, la defensa puede tambi¨¦n apelar en primera instancia a la Tercera Corte de Apelaciones, con sede en Miami, opci¨®n que ayer, al cierre de esta edici¨®n, los abogados de las tabacaleras no hab¨ªan ejercido, seg¨²n inform¨® el secretario de dicho tribunal.
La defensa tambi¨¦n puede solicitar, de forma simult¨¢nea a las anteriores, una orden de stay o suspensi¨®n para parar la segunda fase del juicio hasta que no se decida sobre las mociones o la posible apelaci¨®n. De ser as¨ª, el caso se prolongar¨ªa durante a?os. El objetivo de las tabacaleras es dilatar el proceso al m¨¢ximo. Los abogados de la defensa han alegado a lo largo del juicio que las tabacaleras no manipularon los cigarrillos para hacerlos adictivos y que los fumadores conoc¨ªan perfectamente los peligros de fumar. Las tabacaleras condenadas son Philip Morris, R. J. Reynolds Tobacco, Tobacco Institute, Council for Tobacco Research, Dosal Tobacco, Brown and Williamson, Lorillard Tobacco, Liggett Group y Brooke Group.
Aluvi¨®n de demandas
Una apelaci¨®n de las compa?¨ªas conllevar¨ªa el interrogatorio del medio mill¨®n de personas representadas en la demanda colectiva, seg¨²n abogados y expertos jur¨ªdicos, que califican este proceso como uno de los casos legales m¨¢s complejos que se han dado nunca en los tribunales de Estados Unidos. La demanda original la presentaron nueve fumadores enfermos en nombre (class-action law suit) de "todos" los ciudadanos de Florida cuya salud ha sido da?ada por el tabaco. Llegado el caso, la proporci¨®n del reparto la determinar¨ªan los tribunales. Las repercusiones econ¨®micas pueden ser enormes. El juicio de Miami se refiere s¨®lo a los fumadores de Florida, pero la industria se prepara ahora para un aluvi¨®n de demandas en todo el pa¨ªs.
La amenaza de bancarrota no es despreciable para las tabacaleras, que hasta ahora hab¨ªan esquivado siempre una sentencia de culpabilidad como la que se fall¨® en Miami, en parte por los acuerdos extrajudiciales a los que llegaron con los estados el a?o pasado. Pero en esas querellas eran los gobiernos los que reclamaban da?os compensatorios por los gastos en el tratamiento de enfermedades derivadas del h¨¢bito de fumar. En este juicio, son los propios afectados los que han sentado en el banquillo a las tabacaleras. Y les han vencido, de momento.
Las posibilidades de que este caso se cierre con un acuerdo extrajudicial son escasas, seg¨²n los analistas. Martin Shack, un experto que analiza las responsabilidades de la industria del tabaco, sostiene que el veredicto de ayer complica extraordinariamente un acuerdo extrajudicial porque la indemnizaci¨®n a negociar es ahora mucho m¨¢s elevada de lo que hubiera sido hace una semana. Normalmente, los pactos se cierran antes de las sentencias.
El juicio tard¨® un a?o y un d¨ªa, y durante el mismo los seis jurados tuvieron que revisar 37.000 documentos y cientos de testimonios. Para la segunda fase est¨¢n previstos, de momento, los testimonios de los nueve demandantes originales.
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