Acuerdos al margen de los tribunales

El veredicto de culpabilidad del jurado de Miami es un nuevo paso atr¨¢s de la industria del tabaco (que ser¨¢ en parte neutralizado si las tabacaleras consiguen bloquearlo) y otro paso adelante de las cada vez m¨¢s poderosas fuerzas antitabaco. Ser¨¢ hist¨®rico si los recursos no eliminan el car¨¢cter colectivo de la demanda, si se aprueban, como podr¨ªa ocurrir, tremendas indemnizaciones, y si ¨¦stas llegan a materializarse. En los ¨²ltimos a?os, s¨®lo en cinco casos los jurados han concedido indemnizaciones por da?os y perjuicios: tres de ellas fueron anulados por sendos recursos ganados por las tabacaleras y otros dos est¨¢n recurridos y pendientes de decisi¨®n.

Por eso, la amenaza de una larga e incierta guerra legal podr¨ªa hacer que los demandantes aceptaran un arreglo econ¨®mico fuera de los tribunales. Eso es lo que ha ocurrido en otro de los frentes de esta guerra: la querella de los Estados contra la industria, que se resolvi¨® en noviembre de 1998 con el pago de 206.000 millones de d¨®lares, el arreglo civil de mayor volumen en la historia de EEUU. Hay otro ejemplo importante de arreglo al margen de los tribunales que tambi¨¦n afectaba a un colectivo, pero que no lleg¨® a ser juzgado: la indemnizaci¨®n de 349 millones de d¨®lares pagados en 1997 a miles de azafatas por los da?os causados por el humo de segunda mano. Su abogado, por cierto, era Stanley Rosenblatt, el mismo que ha llevado adelante, contra viento y marea, la demanda colectiva de Florida.