La consolidaci¨®n de un estilo

Presumen en Aix-en-Provence del resultado de una reciente encuesta en la que la ciudad provenzal figura en primer lugar de las preferidas por los franceses para vivir. La atm¨®sfera de civilizaci¨®n, de tranquilidad, se percibe en las apacibles calles, en los restaurantes y, por supuesto, en los espacios del festival. En pocos lugares la gente va tan informalmente vestida a la ¨®pera o a los conciertos, sin perder ni un ¨¢pice de elegancia. El festival sigue en su segunda edici¨®n de Lissner los pasos iniciados en la primera. Se mantiene la atenci¨®n a los habitantes locales, mediante las funciones de ¨®pera previas a los estrenos oficiales a mitad de precio, y con un pasaporte de 100 francos que permite asistir a encuentros, ensayos y m¨¢s de 40 conciertos de c¨¢mara o canto durante los meses de junio y julio, en lugares como el patio del Ayuntamiento o la Ciudad del Libro.

Una de las actividades mimadas en el festival de Aix es la Academia Europea de M¨²sica, una escuela de formaci¨®n de int¨¦rpretes y cantantes que recuerda en estilo a algunas americanas como Tanglewood, y que este a?o se presenta en sociedad con La flauta m¨¢gica, de Mozart, preparada hace un a?o y puesta a punto en las ¨²ltimas semanas. Regine Crespin se ha volcado en la preparaci¨®n de las voces, St¨¦phane Braunschweig en la responsabilidad teatral y David Stern en la musical. Ser¨¢ la hora de la verdad de los nuevos coros y orquesta de la Academia.

Colaboraci¨®n

En las nuevas producciones llama la atenci¨®n la pol¨ªtica de colaboraci¨®n con otros teatros y festivales. La coronaci¨®n de Popea se hace conjuntamente con el Festival de Viena, donde se representar¨¢ en junio del 2000; La bella Elena (con puesta en escena de Herbert Wernicke), en colaboraci¨®n nada menos que con el Festival de Salzburgo, en el que est¨¢ programada para agosto del 2000; La flauta m¨¢gica, junto a la ?pera de Lausanne, el Teatro de la Fenice de Venecia y MC 93 Bobigny, y Cena furiosa, el espect¨¢culo a partir de los madrigales de Monteverdi, con el Teatro Bouffes du Nord, La Moneda de Bruselas y el Kunsten Festival des Arts. Entre los espect¨¢culos suplementarios a las ¨®peras destaca este a?o un ciclo dedicado a los instrumentos de percusi¨®n. Tampoco faltan los conciertos-espect¨¢culo, y entre ellos destacan dos actuaciones de la Mahler Chamber Orchestra, una con Minkovski y Anne Sofie von Otter, y la otra con el joven director brit¨¢nico Daniel Harding con la Quinta de Beethoven y la Primera de Brahms.

El canal de televisi¨®n Arte dedica este a?o tres programas al festival: un reportaje sobre la Academia Europea de M¨²sica, una grabaci¨®n de la opereta La bella Elena y, procedente de la edici¨®n anterior, la ¨®pera Curlew River, de Britten.

Cincuenta mil espectadores asistieron a la edici¨®n de 1998 del Festival de Aix-en-Provence. El 14% del presupuesto global procedi¨® de patrocinadores privados.