"?Y s¨®lo nos podemos quedar aqu¨ª tres d¨ªas?"

Los inmigrantes rumanos que esta madrugada se trasladaron al campamento provisional levantado por el Ayuntamiento de Madrid junto a la N-I se mostraban encantados al ver la instalaci¨®n. Pero tras la alegr¨ªa lleg¨® la tristeza. "?Y s¨®lo nos podemos quedar aqu¨ª tres d¨ªas?", se preguntaba Estephan Danut, rumano de 20 a?os, casado, con dos hijos y que apenas lleva ocho meses en Madrid. A Danut le gustaban las camas que descargaba el Ej¨¦rcito de los camiones para instalarlas en las grandes tiendas de campa?a. "No he dormido en una cama as¨ª desde que estoy en Madrid", afirm¨®. "Adem¨¢s, me gusta el sitio, es grande y cabemos todos". Y se?al¨® a la fila de furgonetas que sus compatriotas aparcaron en la zona. El nuevo asentamiento est¨¢ en el n¨²mero 93 de la avenida de Burgos. Lo forman cuatro tiendas de campa?a cedidas por el Ej¨¦rcito e instaladas en una hondonada, entre dos peque?as laderas arboladas con chopos. A un lado, pasa el camino de San Roque, y al otro, se encuentra un taller de Renault y una torreta de cables de alta tensi¨®n.

"Ese es el ¨²nico peligro del asentamiento", explic¨® esta madruga la concejal de Seguridad, Mar¨ªa Tard¨®n, mientras revisaba las instalaciones. "Hemos vallado la torreta y se ha llamado a Iberdrola para ver si pod¨ªan cortar el servicio el¨¦ctrico pero nos han dicho que no era posible. Se ha advertido a todos, sobre todo a los ni?os para que no se suban", explic¨® Tard¨®n.

Poco antes, el Defensor del Menor, Javier Urra, tras revisar las instalaciones se hab¨ªa mostrado "feliz" ante el despliegue que hab¨ªa permitido levantar el campamento.

La organizaci¨®n no gubernamental Mundo Justo elabor¨® un censo de los rumanos que se iban a quedar en el asentamiento. De los 250 asentados junto al hospital la Paz, unos 120 acudieron a las tiendas y se distribuyeron entre las 96 camas y sus furgonetas.