Europa
Nadie sabe qui¨¦n ha encargado a Romano Prodi que regenere el imaginario europeo y para empezar ha creado un nuevo gobierno de Europa. Saber qui¨¦n se lo ha encargado ser¨ªa vano empe?o, pero no es la primera vez que debemos dejar la causa ¨²ltima como una cuesti¨®n aplazada. Si nos ha pasado con el proceloso problema de la creaci¨®n del mundo, ?no nos va a pasar con la creaci¨®n de Europa? Las ¨²ltimas elecciones europeas demostraron que a una inmensa mayor¨ªa de presuntos europeos le importa una higa Europa pol¨ªticamente hablando, ya que de momento la unidad econ¨®mica impide guerras de redistribuci¨®n, y de eso se trataba. Pactos econ¨®micos y vacaciones en Mallorca, no la toqu¨¦is m¨¢s, as¨ª es Europa. Poca esperanza pol¨ªtica queda tras la demostraci¨®n de la irrelevancia de la Europa realmente existente ante la cuesti¨®n yugoslava, por m¨¢s que Estados Unidos haya contribuido con las destrucciones y nos haya dejado las reconstrucciones de todo tipo. Ni siquiera la sombra del entusiasmo queda ya de aquel proyecto berlingueriano de la euroizquierda a la vista de que las izquierdas metidas en problemas de globalidad act¨²an con el complejo de culpa de haber cre¨ªdo, en un pasado ya remoto, en el imperialismo y ahora piden disculpas al imperio por descortes¨ªas anteriores. Tampoco es posible la esperanza verde si comprobamos que la alianza de los verdes con la SPD alemana ha pasado primero sobre el cad¨¢ver de Lafontaine y despu¨¦s sobre todos los cad¨¢veres que fueran necesarios para demostrar que tambi¨¦n los verdes participan de la raz¨®n pragm¨¢tica y que una cosa es predicar y otra dar trigo. Hasta D'Alema, que se cay¨® m¨¢s que se meti¨® en la charca yugoslava, est¨¢ descentrado por el procedimiento de tanto acercarse al centro.
La Europa concertada sobre tornillos y lechugas ya est¨¢ m¨¢s o menos en marcha, pero las otras Europas so?adas se han quedado en paisaje moral y est¨¦tico que ni siquiera convocan aquellas plumas paneuropeas que tanto lustre han dado a las p¨¢ginas de pensamiento de ABC, La Vanguardia e incluso El PA?S. Algo habr¨ªa que hacer, pero con esta gente que parece empe?ada en gobernar mintiendo con la boquita pintada y matando con el reojo en rimel, la verdad, no se me ocurre qu¨¦.
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