Un muro de hierro fren¨® la marcha orangista en Belfast

La comunidad protestante de Irlanda del Norte celebr¨® sus tradicionales y controvertidas marchas orangistas del 12 de julio en un ambiente de relativa calma. En Belfast, foco de tensi¨®n y violencia en pasadas ediciones, los orangistas protagonizaron un acto de protesta sin intentar acceder al barrio cat¨®lico que la Comisi¨®n Independiente de Marchas hab¨ªa vetado previamente. Una barricada militar, con un port¨®n met¨¢lico de m¨¢s de seis metros de altura y rollos de alambre de espino, cortaba el acceso al puente de Ormeau, sobre el r¨ªo Lagan, que separa los dos barrios de Belfast. Soldados brit¨¢nicos y agentes de la polic¨ªa local, el Royal Ulster Constabulary (RUC), reforzaban el tramo de puente y otras v¨ªas secundarias que comunican a las dos comunidades en disputa: la protestante o unionista, la cat¨®lica o nacionalista.

Ambas comunidades protestaron por el excesivo despliegue de seguridad, necesario sin embargo dada la falta de un acuerdo previo sobre el recorrido de la marcha orangista. El desfile lleg¨® hasta el port¨®n de metal donde se entreg¨® una carta de protesta a un agente del RUC y se ofici¨® un acto religioso. Luego, los orangistas, ataviados con insignias y sus tradicionales bandas anaranjadas al cuello, cambiaron de direcci¨®n al son de tambores y flautas.

Como se hab¨ªa pactado previamente, la marcha se encamin¨® hacia el parque de Ormeau, en la orilla opuesta al barrio cat¨®lico, donde se concentraron cerca de 20.000 orangistas de otras logias de Belfast con sus familias. El ambiente festivo rein¨® durante toda la tarde, y las fuerzas de seguridad no preve¨ªan serios problemas durante el resto de la jornada. Ronnie Flanagan, m¨¢ximo responsable del RUC, rindi¨® tributo a la "responsabilidad y tolerancia" demostrada por ambas comunidades.

Boyne, 1690

Los protestantes conmemoraban ayer la victoria de Guillermo de Orange sobre el rey cat¨®lico Jaime II en la batalla del Boyne de 1690. Tres siglos m¨¢s tarde, sus seguidores, miembros en su mayor¨ªa de partidos unionistas, optaron por la protesta simb¨®lica, en calma y sin atentar contra el orden p¨²blico. En la jornada m¨¢s importante del calendario protestante, cuando unas 1.500 logias desfilan por Irlanda del Norte, prevaleci¨® la consigna de "no violencia" que proclaman este verano los l¨ªderes orangistas. La estrategia tuvo ¨¦xito el pasado fin de semana en la marcha de Drumcree, y sus organizadores, miembros de la logia de Portadown, conf¨ªan en obtener el permiso para desfilar por el prohibido barrio cat¨®lico de Gravaghy "a corto plazo".

La ausencia de disturbios en el punto ¨¢lgido del calendario de conmemoraciones protestantes da un respiro a las negociaciones sobre Irlanda del Norte, que entran esta semana en su recta final. El unionista y orangista David Trimble, ministro principal designado del Ulster, gana margen de maniobra para llevar a su movimiento hacia el autogobierno.