La opini¨®n de los trabajadores no ser¨¢ vinculante para convertir un hospital en fundaci¨®n p¨²blica

La opini¨®n de los trabajadores contar¨¢, pero no ser¨¢ vinculante, para convertir un hospital en fundaci¨®n p¨²blica sanitaria. El Insalud escuchar¨¢ a sus representantes antes de dar el visto bueno a la transformaci¨®n, pero no tendr¨¢ por qu¨¦ seguir su dictado, seg¨²n el ¨²ltimo borrador del reglamento sobre nuevas formas de gesti¨®n. La intenci¨®n del Gobierno es tener listo el texto, cuya aprobaci¨®n es un requisito para dotar a los centros sanitarios de mayor autonom¨ªa de gesti¨®n este mismo mes. Cuenta para ello con el apoyo de CCOO y otros dos sindicatos. En el otro lado, el rechazo rotundo de UGT.

Los trabajadores no tendr¨¢n voto para decidir si su hospital se convierte o no en una fundaci¨®n p¨²blica sanitaria. No habr¨¢ refer¨¦ndum. Pero su voz se har¨¢ o¨ªr, a trav¨¦s de un informe, en la comisi¨®n de homologaci¨®n, que debe avalar cada uno de estos procesos. ?sta, formada s¨®lo por representantes del Insalud, deber¨¢ pronunciarse sobre "la suficiencia de consenso interno" antes de tomar una decisi¨®n, seg¨²n el borrador del reglamento de nuevas formas de gesti¨®n -fundaciones p¨²blicas sanitarias, consorcios, empresas p¨²blicas y fundaciones- que maneja el Insalud.En CCOO est¨¢n convencidos de que esta disposici¨®n evitar¨¢ la conversi¨®n forzosa de los centros. "Tiene que haber un ampl¨ªsimo consenso para evitar tensiones innecesarias", subraya su secretaria general de Sanidad, Mar¨ªa Jos¨¦ Alende. Pero el texto que ultima el Gobierno no exige ese consenso. Para la diputada de IU ?ngeles Maestro, si el deseo del Insalud hubiera sido tener en cuenta a los trabajadores, habr¨ªa dado car¨¢cter vinculante a su opini¨®n.

Los socialistas, que al igual que IU se oponen a las fundaciones porque las consideran un paso m¨¢s hacia "la privatizaci¨®n de la sanidad", creen que el Insalud "va a tener dificultades para convencer al personal" de la bondad del modelo, en palabras del diputado Josep Corominas. De hecho, la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica (FADSP), que tambi¨¦n est¨¢ en esa lucha, ha recogido casi 13.000 firmas en contra de las fundaciones entre los 137.000 trabajadores del Insalud.

As¨ª quedan en el texto algunos de los puntos m¨¢s pol¨¦micos: - Autonom¨ªa. Las fundaciones tendr¨¢n autonom¨ªa de gesti¨®n, pero no independencia. El Insalud actuar¨¢ como su gran hermano. Ser¨¢n organismos p¨²blicos adscritos al instituto, lo que, seg¨²n su presidente ejecutivo, Alberto N¨²?ez-Feijoo, aleja el fantasma de la privatizaci¨®n, aireado desde diciembre por la oposici¨®n. Para la secretaria de Sanidad de la Federaci¨®n de Servicios P¨²blicos de UGT, Pilar Navarro, la variedad de f¨®rmulas "rompe el modelo sanitario p¨²blico".

Patrimonio. Con el reglamento en la mano, los centros podr¨¢n crear su propio patrimonio, "poseer, arrendar bienes y derechos de cualquier clase". Y gestionarlo seg¨²n les parezca. La oposici¨®n argumenta que por esta v¨ªa los hospitales p¨²blicos se abren al sector privado de forma "irreversible". Pero esta posibilidad est¨¢ limitada, seg¨²n N¨²?ez-Feijoo. Para atesorar su patrimonio inmueble, los centros parten de cero. Los edificios son ahora de la Seguridad Social, por lo que no podr¨¢n ser vendidos ni enajenados. El reglamento a?ade una garant¨ªa m¨¢s al exigir que este tipo de adquisiciones sea autorizado por el Insalud. S¨®lo los bienes comprados despu¨¦s de la transformaci¨®n podr¨¢n venderse, alquilarse o cederse.

Pilar Navarro asegura que la redacci¨®n final es tan abierta que no permite delimitar lo que puede ser enajenado y lo que no. La posibilidad de alquilar los quir¨®fanos es, sin embargo, "absolutamente rid¨ªcula", seg¨²n CCOO, en centros con listas de espera.

Prestaciones. Las fundaciones abren la puerta a que la oferta de servicios venga marcada por criterios econ¨®micos, dicen sus detractores, por lo que existe el riesgo de que renuncien a tratar las patolog¨ªas m¨¢s caras para cuadrar sus cuentas. El reglamento establece que ser¨¢ el Insalud quien decida la cartera de servicios de cada hospital.

Capital privado. El reglamento admite la entrada de capital privado a trav¨¦s de donaciones. El dinero entra, pero sus donantes tienen vetada la entrada a los ¨®rganos de gesti¨®n del centro. - Participaci¨®n de los usuarios. Un comit¨¦ de participaci¨®n, en el que se integrar¨¢n consumidores, sindicatos, empresarios y la direcci¨®n del centro, pero no los ayuntamientos, vigilar¨¢ el buen funcionamiento de los servicios. Control de la gesti¨®n. Para sus enemigos, el reglamento ha dejado escapar la oportunidad de que el proceso de modernizaci¨®n de los hospitales salvaguarde el sistema p¨²blico.

El Insalud garantizar¨¢ la viabilidad econ¨®mica de las fundaciones, que deben, sin embargo, responder de su gesti¨®n. Para ello se realizar¨¢n con car¨¢cter anual programas de control y evaluaci¨®n internos y existe la posibilidad de llevar a cabo auditor¨ªas externas.

Las nuevas formas de gesti¨®n est¨¢n, adem¨¢s, sometidas al control de la Intervenci¨®n General de la Seguridad Social y del Tribunal de Cuentas.

El texto ha sido negociado durante cinco meses con los sindicatos, que deben hacer oficial su posici¨®n en la mesa sectorial prevista para este mes. Luego ser¨¢ aprobado como real decreto por el Consejo de Ministros. S¨®lo despu¨¦s de su entrada en vigor podr¨¢n los hospitales solicitar convertirse en fundaci¨®n.