Villalba bien vale

Desde hace 10 a?os resido en La Navata. Por aquellas fechas disfrutaba de los restos de un puente romano y un molino; hoy, de eso no queda nada. Aguantaron las ruinas dos siglos, y en dos a?os las inmobiliarias acabaron con todo.Villalba era un pueblo serrano, con su iglesia, su mercado y su estaci¨®n. Hoy, su iglesia nueva pr¨®xima a inaugurarse no parece un templo cat¨®lico. Su estaci¨®n, con su aparcamiento en construcci¨®n, se come cientos de millones en hacer algo impersonal y estandarizado. Despu¨¦s de la construcci¨®n de la nueva estaci¨®n, el panorama que se contempla ya no se ve, pues un puente impide su observaci¨®n. Anta?o hab¨ªa una cantina, que despu¨¦s fue cafeter¨ªa, y desde las mesas de su terraza se pod¨ªa tomar el fresco en verano y siempre contemplar el paso de los trenes; hoy se ha sustituido por algo donde tomar de pie la consumici¨®n, siempre deprisa y corriendo. Por perder, hasta el reloj de la estaci¨®n se ha perdido en el cambio.

?Qui¨¦n o qui¨¦nes tienen la culpa de haber levantado la veda para destruir el paisaje, que siendo pueblo era algo, y ahora, con pretensiones de ciudad, se ha quedado en nada?- .