Avi?¨®n 99 ofrece en 600 montajes todo el teatro posible
Avi?¨®n 99. Lo primero son los n¨²meros: 52 espect¨¢culos dentro de la selecci¨®n oficial, 530 en el off o festival alternativo institucional. 437 compa?¨ªas, m¨¢s de 100.000 espectadores y teatro a todas horas, desde las 10 de la ma?ana hasta las 6 de la madrugada.Luego llega el momento de las im¨¢genes, del choque con una ciudad tomada por personajes que, a diferencia de los de Pirandello, no buscan su autor: una Frida Kahlo en silla de ruedas, una procesi¨®n de frailes blandiendo la bandera negra de Torquemada, unos j¨®venes italianos con su carromato mimando el teatro de calle de Goldoni, una soprano calva y solitaria cantando a capella, un barco con ruedas en plena plaza de L"Horloge. Y por fin las obras o, mejor dicho, los espect¨¢culos, que casi desaparecen vencidos por la l¨®gica del hipermercado. El rito de la representaci¨®n, cuando los oficiantes son buenos, puede con todo.
Para ganarle la batalla al monstruo en que se ha convertido el festival puede bastar con dos personajes y un texto, como es el caso de Conversations avec Antoine Vitez, o hacerse preciso el estruendo tecnol¨®gico y visual, como sucede en Voyage au bout de la nuit de la compa?¨ªa Societas Raffaello Sanzio para llevar al escenario el torrente verbal de C¨¦line. El simbolismo po¨¦tico de Hristo Boytchev es otra v¨ªa ensayada por Didier Bezace en Le colonel Oiseau mientras que el argentino Ricardo Bartis ha resucitado un texto de Roberto Arlt para poner en pie El pecado que no se puede nombrar.
"Director anciano"
Pero Avi?¨®n tambi¨¦n es la oportunidad de conocer mejor a Thomas Ostermeier y Sasha Waltz, el director y la core¨®grafa que se disponen a ponerse al frente del prestigioso Schaub¨¹hne de Berl¨ªn para intentar relanzar la instituci¨®n al prestigio que tuvo hasta 1986, cuando Peter Stein la abandon¨® y con ¨¦l se fue el alma que hab¨ªa revelado gente como Brunos Ganz, Edith Clever, Angela Winkler, Otto Sanders o Jutta Lampe. Entonces Stein tem¨ªa convertirse en el "director anciano de un grupo de ancianos". Ostermeier y Waltz son la renovaci¨®n y en la ciudad provenzal han presentado un total de seis montajes suyos, una buena carta de visita para saber lo que pretenden y de qu¨¦ son capaces.Y Avi?¨®n es, por ¨²ltimo, un p¨²blico vivo, complejo, que reacciona, entre el que puede verse a ex ministros dem¨®cratacristianos acudiendo al palacio de los Papas para asistir a una representaci¨®n de un montaje de prestigio y fallido, o al actual presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Laurent Fabius, acompa?ado del director general de Renault, dej¨¢ndose tentar por el ya citado Voyage au bout de la nuit y arrepinti¨¦ndose luego, a media representaci¨®n, de su valent¨ªa inicial.
Babelia
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