Carolyn Bessette no asumi¨® nunca el papel de "nueva reina de Camelot"
Carolyn Bessette se mov¨ªa con soltura en la jungla de encanto a la que estaba condenada desde que los paparazzi descubrieron que John F. Kennedy Jr. ya no sal¨ªa con la actriz Daryl Hannah. Ni con Brooke Shields, ni con Julia Roberts, ni con Madonna. Ejerc¨ªa con tal sencillez y eficacia el peso de su condici¨®n -casada, al fin y al cabo, con "el hombre m¨¢s sexy del mundo" y el soltero m¨¢s codiciado- que pronto se especul¨® con su raro parecido con la suegra a la que apenas conoci¨®, Jacqueline Kennedy Onassis.Hija de un m¨¦dico de la mejor clase social de Connecticut, Carolyn disfrutaba de una belleza que hac¨ªa que muchas cabezas se volvieran a mirarla. As¨ª encontr¨® su ¨²ltimo trabajo en la empresa Calvin Klein: entr¨® en una de sus tiendas a comprar ropa y la ofrecieron un trabajo como relaciones p¨²blicas. Al poco tiempo el propio Klein convirti¨® a Carolyn en su representante en Nueva York.
Nadie sab¨ªa nada de Bessette cuando repentinamente apareci¨® en las portadas vestida de novia frente al pastel de boda que cortaba con el Kennedy que se acababa de convertir en su marido. Tan secreta fue la boda en septiembre de 1996 que muchos familiares se enteraron por la prensa. Los peri¨®dicos acu?aron un nuevo t¨ªtulo para Besset: "La nueva reina de Camelot", dec¨ªan quienes la comparaban a Jackie Kennedy.
Con John-John compart¨ªa todas las aficiones menos una: no le gustaba que pilotase avionetas. Se negaba a ir con ¨¦l cuando daba clases y s¨®lo cuando consigui¨® la licencia accedi¨® a ser su pasajera. Fue entonces cuando su marido dijo al USA Today: "Mi mujer es la ¨²nica persona que quiere volar conmigo".
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