Una exposici¨®n revela el di¨¢logo entre la pintura de Saura y los libros de su vida
Casi 500 obras ilustran textos como el Quijote, "Pascual Duarte" o los "Diarios" de Kafka
Empe?ado en hallar el equilibrio entre el lenguaje literario y el pl¨¢stico, Antonio Saura dedic¨® gran parte de su trabajo a la "lectura paralela" de sus libros favoritos. Huyendo de la simple "ilustraci¨®n fotogr¨¢fica" y en busca de un "di¨¢logo fervoroso", Saura interpret¨® el Quijote, Pinocho; los Diarios de Kafka; 1984, de Orwell; La familia de Pascual Duarte, de Cela; El critic¨®n, de Graci¨¢n; la poes¨ªa de San Juan de la Cruz; Larva, de Juli¨¢n R¨ªos, y las Greguer¨ªas, de G¨®mez de la Serna. Coincidiendo con el primer aniversario de la muerte del pintor aragon¨¦s, una exposici¨®n re¨²ne desde ma?ana en Barcelona cerca de 500dibujos, collages y vi?etas en torno a lo que ¨¦l llam¨® los libros de su vida.
En uno de sus ensayos sobre la relaci¨®n entre pintura y literatura, Antonio Saura (Huesca, 1930-Cuenca, 1998) escribi¨®: "Deber¨ªa estar siempre presente en el pintor la certeza de que en ning¨²n caso debe hacerse verdaderamente pintura cuando se trata de amistad con la escritura, y que su propio pensamiento pl¨¢stico solamente podr¨¢ coincidir con el pensamiento literario en aquellas zonas en que el escritor, por exceso o descuido, pervierte su placer. El placer del pintor es descubrir estos agujeros".Para Saura, la necesidad de "conservar el propio acento sin traicionar el esp¨ªritu del texto" centr¨® un aspecto de su trabajo -el de ilustrador de textos literarios- que defini¨® en t¨¦rminos apasionados: "Son dos traiciones a evitar y, por tanto, dos dif¨ªciles fidelidades a cultivar: lograr ser fiel e infiel a un tiempo, aqu¨ª est¨¢ el problema".
Instalada en el reci¨¦n estrenado Centro Cultural C¨ªrculo del Arte, una sala de 900 metros cuadrados situada en el coraz¨®n del barrio de la Rivera de Barcelona, la exposici¨®n Antonio Saura, una vida ilustrada saca a la luz, en muchos casos por primera vez, la gran mayor¨ªa de los originales que el pintor, unas veces por encargo y otras por iniciativa personal, realiz¨® como ilustrador de libros. Unos fondos que pertenecen a sus dos herederas, su hija Marina Saura y su viuda, Mercedes Beldarra¨ªn, pero que est¨¢n depositados en la Fundaci¨®n C¨ªrculo de Lectores.
Un gran lector
Seg¨²n el organizador de la muestra y principal impulsor de la mayor parte de estos libros, el editor Hans Meinke, la exposici¨®n es un proyecto que el propio Saura aprob¨® tres d¨ªas antes de su muerte, hoy hace justo un a?o. "Le visit¨¦ en Cuenca el 19 de julio y hablamos de que la inauguraci¨®n de este centro cultural ser¨ªa con una gran exposici¨®n que reunir¨ªa por primera vez toda su trayectoria como ilustrador. Saura era un gran lector al que le obsesionaba la forma en que su oficio de pintor hab¨ªa transformado su manera de leer.En la exposici¨®n, que permanecer¨¢ en Barcelona hasta mediados de septiembre para viajar luego a la sede de los principales institutos Cervantes del mundo, destaca muy principalmente el esfuerzo de Saura por captar la esencia del Quijote, un trabajo del que se exhiben unas 100 l¨¢minas y otras tantas vi?etas, y en el que se reconoce la b¨²squeda de la econom¨ªa de medios casi como una imposici¨®n de estilo. El Quijote supuso un gran reto (Saura sab¨ªa que ten¨ªa que trabajar contra la imagen que todo el mundo tiene en la cabeza del Quijote de Picasso o de Dal¨ª", explica el dise?ador Norbert Denkel, que colabor¨® con el artista en la realizaci¨®n de casi todos sus libros), frente al que se sit¨²a la ins¨®lita explosi¨®n de color de Las aventuras de Pinocho, de Carlo Collodi, un libro que Saura dedic¨® a su nieto y en el que quiso devolver "fondo y brillo al zarandeado, brumoso e indescifrable para¨ªso de la infancia".
Las ideas de Saura sobre la belleza de lo monstruoso y de lo obsceno encuentran reflejo en un libro como La familia de Pascual Duarte, de Camilo Jos¨¦ Cela, una obra que el artista asociaba a Van Gogh y a Munch, y en la que era fundamental para ¨¦l, como en todos sus trabajos, no caer en la presentaci¨®n de un personaje tan conocido.
De todos los libros en los que Saura trabaj¨®, s¨®lo uno no vio terminado. Se trata de 1984, de George Orwell, novela que siempre le gust¨® pero de la que fue muy dif¨ªcil convencer a los herederos del autor para que aceptasen una edici¨®n tan libremente ilustrada. "La idea de hacer 1984 surgi¨® de una portada de El Pa¨ªs Semanal de enero de aquel a?o; en ella aparec¨ªa un dibujo encargado a Saura inspirado en aquel libro, explica Hans Meinke, que s¨®lo hace unos meses pudo por fin ver publicado el libro.
Hay otro t¨ªtulo cuyas ilustraciones Saura ni siquiera lleg¨® a concluir pese a tratarse de una de sus lecturas favoritas: El critic¨®n, de Baltasar Graci¨¢n, del que ahora se exponen 36 l¨¢minas in¨¦ditas. "Podr¨ªa seguir ilustrando El critic¨®n toda la vida", dej¨® dicho Saura. "Un humor subyacente, conceptista y barroco, un ingenio esc¨¦ptico, agudo, sombr¨ªo y c¨¢ustico ciertamente relacionado con el ser aragon¨¦s: he aqu¨ª un dato que el lector podr¨¢ tener en cuenta".
Variado registro
La exposici¨®n pone de manifiesto el variado registro de Antonio Saura de lector tanto como de artista. Del estudio del c¨®mic y del dibujo animado que realiz¨® para su espectacular versi¨®n de Pinocho al caracter¨ªstico tenebrismo del que ni siquiera este t¨ªtulo se escapa ("Todos los libros infantiles contienen dosis de crueldad y de tragedia"), desde La noche oscura, de San Juan de la Cruz, hasta las l¨²dicas Greguer¨ªas, de Ramon G¨®mez de la Serna ("Burbujas transparentes guardadoras de extra?ezas"), el gusto de Saura por los libros desata todas sus facetas de pintor, dibujante, cal¨ªgrafo, su vena m¨¢s severa y tambi¨¦n la m¨¢s sorprendentemente luminosa. Para este artista, la pintura se asemejaba "a la novela o al ensayo, el grabado a la novela corta o al art¨ªculo y el dibujo a la glosa o aforismo".A excepci¨®n de las litograf¨ªas que Saura realiz¨® para ilustrar los Diarios, de Kafka, editadas en Alemania por Manus Presse, todos los trabajos como ilustrador de Antonio Saura, incluidas las 24 vi?etas que realiz¨® para las portadas de una colecci¨®n dedicada a la filosof¨ªa, fueron resultado de una colaboraci¨®n de m¨¢s de 20 a?os con Hans Meinke, que en su momento los public¨® en C¨ªrculo de Lectores y que tiene previsto recuperarlos para las librer¨ªas reedit¨¢ndolos en Galaxia Gutenberg, el sello que actualmente dirige.
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