El rottweiler, un perro de presa

Lejos de m¨ª la tentaci¨®n de cuestionar la desorbitada afici¨®n a los perros que crece por d¨ªas y es expresiva, seg¨²n dicen, de sentimientos tiernos, aunque no siempre c¨ªvicos. Que cada cual haga de su perro un sayo, siempre y cuando su amor canino no allane la paz e higiene del vecindario a golpe de ladridos o de defecaciones callejeras. Un principio general v¨¢lido que, no obstante, resulta insuficiente para reglar hechos dram¨¢ticos como la muerte de una ni?a a dentelladas de un rottweiler, suceso acaecido el jueves ¨²ltimo en una urbanizaci¨®n pr¨®xima a Valencia, y que se suma a otros muchos similares. Que el can fuese de la familia ?exime de toda responsabilidad a todos? ?Se liquida el episodio inscribi¨¦ndolo en el cap¨ªtulo de accidentes? Demasiado simple. Estamos ante una raza peligrosa, un perro de presa, que viene a ser una bomba con espoleta imprevisible y retardada. Urge, pues, una reglamentaci¨®n m¨¢s severa, incluso una prohibici¨®n de poseer estas fieras en n¨²cleos habitados. A la selva, o al zoo, con sus amant¨ªsimos amos.