Historia triste de 'La Pagoda'

En t¨¦rminos administrativos, la destrucci¨®n de La Pagoda, del arquitecto Miguel Fisac, costar¨¢ 5.861.390 pesetas. ?se es el precio fijado para acabar con una obra que durante 34 a?os ha acompa?ado a los madrile?os a su paso por la avenida de Am¨¦rica, que fue el ¨²nico proyecto espa?ol seleccionado por el MOMA, en Nueva York, para su exposici¨®n Arquitectura de los a?os 60-80, y que a su autor le cost¨® un a?o y medio de trabajo. Pero la ca¨ªda de La Pagoda (antigua sede de los Laboratorios Jorba y ahora propiedad del Grupo Lar) no ha llegado, pese a su inexorabilidad administrativa, sin ruido. Una fuerte pol¨¦mica, a¨²n viva, la ha acompa?ado hasta llevar a los mismos responsables municipales que autorizaron su demolici¨®n a ofrecer a Fisac la compra del proyecto para su reconstrucci¨®n. "Eso es una tomadura de pelo", responde ahora un indignado Fisac, quien recuerda el origen de esta obra: "No me inspir¨¦ en la arquitectura oriental. Quise crear una superficie totalmente geom¨¦trica, partiendo de una planta de forma cuadrada. El resultado fue un paraboloide hiperb¨®lico en el que cada planta est¨¢ girada 45 grados respecto a la precedente. El nombre de La Pagoda se lo dieron los vecinos. Su destrucci¨®n ha sido una verg¨¹enza". Una opini¨®n bien distinta de la mantenida por el gerente municipal de Urbanismo, Luis Armada. ?ste ha justificado la destrucci¨®n de La Pagoda alegando que no estaba comprendida en el cat¨¢logo de edificios protegidos y que, adem¨¢s, ten¨ªa un dise?o "funcionalmente incorrecto, porque estaba vac¨ªo desde hace muchos a?os". Desde hace cu¨¢ntos, no lo sab¨ªa. Ni sab¨ªa el gerente de Urbanismo que La Pagoda hab¨ªa sido incluida por los arquitectos Julio Cano Lasso y Javier Carvajal en la lista de edificios que merec¨ªan ser protegidos. Un hecho que da pie a un buen n¨²mero de preguntas.Primer misterio. ?Qui¨¦n excluy¨® La Pagoda del cat¨¢logo de edificios protegidos? El concejal de Urbanismo, Ignacio del R¨ªo, se escuda en que se llev¨® a cabo un "procedimiento exhaustivo" a cargo de una comisi¨®n de expertos formada no s¨®lo por t¨¦cnicos del Ayuntamiento, sino tambi¨¦n de la Comunidad, el Colegio de Arquitectos y la Escuela Superior de Arquitectura.

Pero ni el arquitecto Ant¨®n Capitel, que "sintetiz¨®" el fichero de Cano Lasso antes de que se reuniera la comisi¨®n -"quiz¨¢ hice caer yo La Pagoda, pero no me acuerdo", afirma-, ni Miguel ?ngel Valdillou, uno de los catedr¨¢ticos que intervinieron en la comisi¨®n que analiz¨® 20.000 fichas, recuerdan si la obra fue eliminada por dicha comisi¨®n. Ni siquiera se conoce con seguridad el n¨²mero de edificios de Fisac catalogados: para Del R¨ªo son 12; para Armada, cinco ("cuatro con protecci¨®n m¨¢xima").

Segundo misterio. ?Cu¨¢ndo se decidi¨® el derribo de la torre estrellada? El gerente de Urbanismo asegur¨® que el 16 de junio se vot¨® por unanimidad el derribo del edificio, pero esta informaci¨®n fue desmentida por cuatro de los siete vocales de la Comisi¨®n de Patrimonio: ninguno recuerda que ese d¨ªa se votase o hablase del futuro de la torre. Pero Armada, s¨ª, pese a que no estuvo en la reuni¨®n, como ¨¦l mismo reconoci¨®. Adem¨¢s, el asunto figura simplemente como "retirado" en el acta de la comisi¨®n. Ante estos hechos, el gerente de Urbanismo asegura que "retirado" equivale a "rechazado", pero los vocales de la comisi¨®n interpelados mantienen que "retirado quiere decir que no se tom¨® ninguna decisi¨®n". Y si esto no fuera suficiente, la licencia de derribo fue concedida el 8 de junio (ocho d¨ªas antes de que se decidiera sobre la cuesti¨®n)

Para enrevesar a¨²n m¨¢s este marasmo, el concejal de Urbanismo dio el viernes pasado una pretendida soluci¨®n: la decisi¨®n fue tomada el 16 de mayo, y el motivo fue que "el edificio no ten¨ªa posibilidad de instalar ning¨²n uso", como se lee en un acta que ¨¦l mismo facilit¨®, pero que (nuevo misterio) lleva la fecha del 11 y 12 de mayo. Ahora bien, en este documento, el tema de La Pagoda figura entre los "asuntos fuera del orden del d¨ªa" y en la p¨¢gina 11, cuando en la copia en poder de la Comunidad el acta s¨®lo llega hasta la p¨¢gina 10. El misterio, como se ve, contin¨²a. Incluso sin Pagoda.