El MOMA expone la uni¨®n de fama y fotograf¨ªa
600 im¨¢genes y objetos muestran la progresiva sustituci¨®n del culto al h¨¦roe por el culto al famoso
Una sola imagen, la de un ni?o cuadr¨¢ndose al paso del f¨¦retro de su padre, sirvi¨® para convertir a John F. Kennedy Jr. en el icono de toda una generaci¨®n de americanos. Tras su fallecimiento, una avalancha de fotograf¨ªas sobre su vida ha saturado las televisiones, los peri¨®dicos y las revistas de todo el mundo, siguiendo un fen¨®meno caracter¨ªstico: la creaci¨®n del famoso y la generaci¨®n de una industria capaz de responder a la demanda social de im¨¢genes del mito. El Museo de Arte Contempor¨¢neo de Nueva York (MOMA) presenta, hasta el pr¨®ximo 5 de octubre, una exposici¨®n en la que, bajo el t¨ªtulo La fama a partir de la fotograf¨ªa, analiza la influencia de la fotograf¨ªa en la sustituci¨®n del culto al h¨¦roe por el culto al famoso.
Con m¨¢s de 600 objetos, La fama a partir de la fotograf¨ªa presenta un recorrido cronol¨®gico a trav¨¦s de los 160 a?os de existencia de la t¨¦cnica fotogr¨¢fica y analiza su evoluci¨®n en la representaci¨®n de personajes famosos. Desde un daguerrotipo de Edgar Allan Poe hasta una portada de la revista Hello, el espectador puede contemplar im¨¢genes que han fascinado a la opini¨®n p¨²blica. Es la primera vez, y puede que la ¨²ltima, que el calendario mensual del MOMA est¨¢ ocupado en la portada por las Spice Girls. Para Marvin Heiferman y Carole Kismaric, organizadores de la exposici¨®n, la fotograf¨ªa ha hecho a los famosos "m¨¢s visibles, p¨²blicos y democr¨¢ticos", aunque el precio ser¨ªa una trivializaci¨®n del h¨¦roe, como afirm¨® Kafka, para quien la fotograf¨ªa puede concentrar la mirada en lo superficial.Cuatro secciones -Primeras fotograf¨ªas de famosos, Fama en los medios de comunicaci¨®n de masas, Una nueva cultura del famoso y Fama para todos- presentan claramente la evoluci¨®n de lo privado a lo p¨²blico en el ¨¢mbito de la difusi¨®n fotogr¨¢fica.
En una primera etapa que cubre de 1860 a 1900, las fotograf¨ªas representaban al famoso sin un af¨¢n de publicidad, aunque pronto ¨¦sta se desbordar¨ªa y entrar¨ªa en el ¨¢mbito de lo privado y comenzar¨ªan a ser coleccionadas por una opini¨®n p¨²blica que ve¨ªa ya al famoso como ejemplo de una posible movilidad social propia.
Tabloides y evasi¨®n
En una segunda etapa se iniciar¨ªa el verdadero encuentro entre la fotograf¨ªa y los medios de comunicaci¨®n de masas. Como apunt¨® Susan Sontag, "la fotograf¨ªa sirve para apropiarse de lo fotografiado" y, tras la I Guerra Mundial, el p¨²blico comenz¨® a devorar los tabloides como una forma de evadirse de las dificultades cotidianas y hacerse poseedor, en alguna medida, de la vida deslumbrante del famoso.
Fue a partir de la II Guerra Mundial cuando la invenci¨®n de la televisi¨®n gener¨® la aparici¨®n del famoso cotidiano. Frente a las grandes estrellas con su dimensi¨®n desbordante en la pantalla cinematogr¨¢fica, personajes como los protagonistas de la serie I love Lucy pasaron a ocupar su parte protagonista en el sue?o de las sociedades occidentales. El hombre vulgar tambi¨¦n pod¨ªa ser famoso, y, por tanto, el mito se democratizaba y se hac¨ªa m¨¢s cercano. La proliferaci¨®n de las revistas de famosos o revistas del coraz¨®n abri¨® una etapa en la que la opini¨®n p¨²blica pas¨® a considerarse de alguna manera due?a del famoso, lo que generar¨ªa la aparici¨®n del paparazzi, cuyo m¨¢ximo protagonismo se producir¨ªa con la muerte de la princesa Diana de Gales.
La fama a partir de la fotograf¨ªa es una exposici¨®n abierta y muy variada que incluye las ¨²ltimas manifestaciones del fen¨®meno de la fama a trav¨¦s de Internet. En las salas del MOMA es posible ver hoy un web site en el que una c¨¢mara en vivo filma permanentemente a unos estudiantes que se han convertido en autores y sujetos de un nuevo experimento de popularidad. Tambi¨¦n hay ausencias, como una mayor referencia al mundo del arte y los museos, donde la fama del artista ha establecido un nuevo condicionante en la forma en que su obra es vendida, distribuida y expuesta. Con todo, como afirman los organizadores Heiferman y Kismaric, "en una cultura que invierte tanta energ¨ªa creando, consumiendo y obsesion¨¢ndose con las im¨¢genes fotogr¨¢ficas, parece importante detenerse un momento y observar el poder de la fama y la fotograf¨ªa para poder entender mejor ambas".
La exposici¨®n presenta retratos que se han convertido en iconos, como el de Charles Baudelaire, que en 1863 realiz¨® Etienne Carjat, un fot¨®grafo que entregaba a la prensa im¨¢genes de personalidades p¨²blicas o artistas de la vanguardia con el fin de atraer clientes de la clase media a su estudio.
Se muestran tambi¨¦n ins¨®litos ejemplos de las estrategias publicitarias de Hollywood, como la fotograf¨ªa en la que una Joan Crawford con mandil corta con un cuchillo un repollo junto al siguiente anuncio: "La hora de la comida se acerca y la estrella de Warner Brothers Joan Crawford, que pronto comenzar¨¢ a trabajar en Mildred Pierce, tiene que prepararlo. La estrella, debido al grave problema que hay con el servicio, realiza ella misma todas las labores del hogar".
Fotos de Richard Avedon, Annie Leibowitz, Andy Warhol o Cindy Sherman, anuncios, postales, portadas de tabloides, revistas de fans o fragmentos televisivos desde los a?os cincuenta a los ochenta convierten la muestra, seg¨²n la cr¨ªtica Sarah Douglas, en "un rico entretenimiento". "La exposici¨®n documenta s¨®lidamente que la fama y la fotograf¨ªa han compartido siempre una danza entrelazada".
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