Minutos inefables
Mark Lubotsky Obras de Schnittke, Prok¨®fiev, Schumann y Brahms. Mark Lubotsky, viol¨ªn. Brenno Ambrosini, piano. XIX Semana Internacional de M¨²sica de C¨¢mara. Montserrat, 30 julio.La veteran¨ªa de Mark Lubotsky y la juventud de Brenno Ambrosini produjeron el viernes en Montserrat un recital bien proporcionado en su composici¨®n, que alcanz¨® momentos inefables en la lectura de la Tercera sonata de Brahms. En particular el adagio de esta obra destac¨® por la serena y concentrada expresi¨®n violin¨ªstica. Fue un ejemplo cabal de c¨®mo un artista verdadero, incluso en el atardecer de su carrera, logra transmitir emociones sinceras cuando la tensi¨®n puramente interpretativa y el pensamiento musical coinciden en feliz s¨ªntesis. La Suite en estilo antiguo de Schnittke discurri¨® por la v¨ªa amable de la mimesis a lo Kreisler. Ese enfoque no conviene a la Segunda sonata de Prok¨®fiev y cuando se le aplica, como se not¨® en m¨¢s de un lance durante la ejecuci¨®n del viernes, la m¨²sica se deval¨²a peligrosamente. Claro que la propia dial¨¦ctica de la partitura exig¨ªa mayores dotes de precisi¨®n y claridad que las observadas en Montserrat. La segunda parte del programa, con el Intermezzo de la Sonata F.A.E. ("alegre pero solitario") de Schumann y la citada Tercera de Brahms, puso de manifiesto las mejores armas de ambos solistas. Hasta el punto de que el recital finaliz¨® con el acreditado entusiasmo del p¨²blico y un par de propinas. No falt¨® en ellas el arrebatador Shost¨¢skovich, en uno de sus preludios brillantemente transcrito para viol¨ªn. Otra noche de grato recuerdo en la ejecutoria del festival montserratino.
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