Tarragona se convierte en puerto de entrada a Espa?a del hach¨ªs marroqu¨ª

El Delta del Ebro y las poblaciones pesqueras del sur de Tarragona se han consolidado en los ¨²ltimos tiempos como una alternativa a la entrada de grandes cantidades de hach¨ªs procedentes de Marruecos, una vez que el sur de Espa?a, lugar tradicional de decomiso de esta droga, se est¨¢ blindando por una mayor presi¨®n policial. El pasado fin de semana, la Guardia Civil se incaut¨® del mayor alijo de hach¨ªs encontrado nunca en Catalu?a, de 5.400 kilos, mientras que en todo un mes esta cantidad asciende hasta las once toneladas.

Las comarcas meridionales de la provincia de Tarragona se han convertido en un centro de operaciones para los portadores de hach¨ªs procedentes de Marruecos. Esto lo demuestran no s¨®lo las grandes cantidades de producto decomisado o el aumento espectacular de detenciones, sino tambi¨¦n la variedad en el modus operandi de los traficantes para dejar la droga en puerto. Las primeras voces de alerta llegaron hace un mes, con la continua "captura", por parte de pescadores de l"Ametlla de Mar (Ribera d"Ebre) y de Cambrils (Baix Camp) de diversos fardos perfectamente impermeabilizados. En total, los pescadores recuperaron una tonelada y media de pastillas de hach¨ªs en tan s¨®lo treinta d¨ªas. Un "barco-nodriza" es el encargado de subir la droga desde el norte de ?frica. Su misi¨®n, adem¨¢s, es la de dejarla bien empaquetada para que el agua no alcance el producto, lastrada en el fondo del mar, en unas coordenadas determinadas. Posteriormente, embarcaciones de menor calado se encargan de recogerla. El problema de dejar abandonada la droga en el fondo del mar es que hay que asegurarla mucho, de tal forma que las corrientes marinas no hagan variar sus coordenadas y que no la alcancen las redes de los pesqueros, particularmente los que practican el arrastre. Pero ¨¦sta, seg¨²n parece, no era la intenci¨®n de los tripulantes del Bogey One, el barco de bandera brit¨¢nica que el pasado 14 de julio fue interceptado por la Guardia Civil con 3.600 kilos de hach¨ªs a bordo. Seg¨²n inform¨® el responsable de la patrullera, Ram¨®n Gallego, esta embarcaci¨®n (que levant¨® sospechas por la mala mar a la que hac¨ªa frente y porque no llevaba los aparatos necesarios para la pesca) estaba a la espera de que otras m¨¢s peque?as acudieran a transportar la mercanc¨ªa. Las barquitas de menor calado son menos sospechosas una vez llegan a puerto. Mayor intensidad policial La operaci¨®n del pasado fin de semana, que ha significado el decomiso del mayor alijo en Catalu?a en la historia contra el narcotr¨¢fico, puede obedecer, precisamente, a la mayor intensidad de la vigilancia policial. La embarcaci¨®n de recreo Addaia-III se arriesg¨® a llegar a puerto y llevar a tierra todo su cargamento, 5.400 kilos de hach¨ªs en tan s¨®lo una noche. Seg¨²n Gallego, la mayor vigilancia pod¨ªa haber hecho desistir al patr¨®n de realizar la operaci¨®n en diversas fases. La patrullera observ¨®, el pasado viernes por la noche, que unas personas acarreaban diversos macutos, procedentes del Addaia-III, atracado en el puerto deportivo de Sant Carles de la R¨¤pita (Montsi¨¤). Cuando los porteadores se percataron de la presencia de la Guardia Civil, huyeron en un veh¨ªculo. En el registro de la embarcaci¨®n se encontraron 4.600 kilos de hach¨ªs. Tras la detenci¨®n del coche, la documentaci¨®n contenida en el veh¨ªculo propici¨® el descubrimiento de otros 800 kilos en dos domicilios de una localidad vecina . Por el momento son cinco los detenidos, cuatro ciudadanos espa?oles y una s¨²bdita ecuatoriana. La investigaci¨®n policial no est¨¢ cerrada y se espera un mayor n¨²mero de detenciones, aunque seg¨²n Gallego, el jefe de la red est¨¢ entre los descubiertos el pasado viernes. La operaci¨®n del pasado fin de semana es, seg¨²n los investigadores, una confirmaci¨®n de la consolidaci¨®n de Tarragona como una zona de entrada de droga hacia Catalu?a y el resto de Espa?a.