El Tesoro de EE UU quiere aprovechar el super¨¢vit fiscal para comprar su propia deuda

Estados Unidos discute qu¨¦ hacer con los super¨¢vit presupuestarios de los que disfruta desde el pasado a?o. Mientras la mayor¨ªa republicana en el Congreso present¨® ayer un plan para reducir de forma escalonada el impuesto sobre la renta en los pr¨®ximos 10 a?os, el Tesoro inform¨® que est¨¢ estudiando la posibilidad de cancelar, mediante la compra de bonos, parte de los 3,6 billones de d¨®lares (554 billones de pesetas) de deuda nacional en poder de particulares. El Tesoro, seg¨²n su titular, Lawrence Summers, ofrecer¨ªa precios competitivos a los propietarios de la deuda.

El Gobierno norteamericano no ha hecho nada semejante desde 1972. Los grandes d¨¦ficit presupuestarios de los a?os ochenta, producidos bajo la presidencia de Ronald Reagan, y los primeros noventa han elevado la deuda nacional a la tremenda cantidad de 5,5 billones de d¨®lares (847 billones de pesetas).De ese total, 3,6 billones (554 billones de pesetas) est¨¢n en manos de individuos o instituciones particulares, mientras que diversos fondos p¨²blicos poseen el resto. Washington, que el a?o pasado registr¨® su primer super¨¢vit presupuestario desde el ejercicio de 1969 y que, seg¨²n las previsiones del ejecutivo y el legislativo, va a volver a conocerlos en los pr¨®ximos 15 ejercicios fiscales, aspira ahora a comprar parte de la deuda que se encuentra en manos privadas.

La iniciativa, reconoci¨® Summers, presenta "muchos y complejos problemas", siendo el principal el de las alteraciones que dicha medida puede provocar en los mercados financieros.

El secretario del Tesoro precis¨® que, en cualquier caso, la compra se har¨ªa sobre el principio de voluntariedad. Nadie estar¨ªa obligado a deshacerse de su inversi¨®n en renta fija. El Gobierno dir¨ªa en qu¨¦ tipo de bonos est¨¢ interesado y, en una especie de subasta, los propietarios de t¨ªtulos ofrecer¨ªan sus precios.

Ayudas sociales

Si en el extremo de la avenida de Pennsylvania, donde se sit¨²an la Casa Blanca y el departamento del Tesoro, se piensa en enjugar la deuda p¨²blica de EE UU, en el extremo opuesto, la colina del Capitolio, los congresistas republicanos han ultimado un plan para aprovechar las vacas gordas presupuestarias y tratar de reducir la presi¨®n fiscal.Se trata de una propuesta para rebajar en 792.000 millones de d¨®lares (121,9 billones de pesetas) los ingresos fiscales en los pr¨®ximos 10 a?os. El impuesto sobre la renta se reducir¨ªa desde ahora y a lo largo de esa d¨¦cada en un 1% anual. La Casa Blanca reiter¨® ayer que el presidente Bill Clinton vetar¨¢ ese proyecto de ley si es aprobado formalmente por las dos C¨¢maras del Congreso, ambas de mayor¨ªa republicana.

Clinton prefiere dejar los impuestos tal como est¨¢n y utilizar los super¨¢vit presupuestarios para reducir la deuda nacional y crear un fondo para salvar la Seguridad Social, que en EE UU se limita actualmente al sistema p¨²blico de pensiones de jubilaci¨®n.

Aun aceptando esos dos objetivos, los republicanos creen que el Gobierno federal debe devolver a los contribuyentes parte del dinero que est¨¢ recaudando en exceso. El impuesto sobre la renta se sit¨²a en EEUU entre el 15% para las rentas m¨¢s bajas y el 39,6% para las rentas m¨¢s altas.

Seg¨²n el plan aprobado por los republicanos, todas las rentas se beneficiar¨ªan a partir del pr¨®ximo a?o fiscal de una reducci¨®n de un punto anual.

El plan republicano tambi¨¦n prev¨¦ reducir el "castigo" fiscal que sufren los matrimonios estadounidenses por declarar sus impuestos conjuntamente

El m¨¦todo consistir¨ªa en elevar paulatinamente sus deducciones hasta que alcanzaran el doble de las individuales. Mientras los impuestos sobre beneficios de las empresas no se ver¨ªan alterados, s¨ª lo ser¨ªan a la baja los que gravan los ingresos no laborales de los individuos.

No obstante, los contribuyentes norteamericanos no se frotan las manos, porque, en su forma actual, la iniciativa republicana sobre los impuestos no tiene pr¨¢cticamente ninguna posibilidad de ser aceptada por la Casa Blanca.