Conmoci¨®n en B¨¦lgica por la carta de dos ni?os guineanos congelados en un avi¨®n

Se llamaban Yaguine Koita y Fod¨¦ Tounkara. Ten¨ªan 14 y 15 a?os. Eran dos estudiantes de Guinea-Conakry. Murieron congelados en el tren de aterrizaje de un avi¨®n que les llevaba, clandestinos, a la rica y educada Europa. Pero son mucho m¨¢s que otros polizones que mueren en su vano intento por abandonar la pobreza. Son autores de una carta de sencillez y clarividencia admirables, una aut¨¦ntica bofetada a los intolerantes. Uno de ellos la llevaba sujeta entre su mano y su coraz¨®n cuando su cuerpo fue descubierto, el lunes, en el aeropuerto de Bruselas.

Pod¨ªa haber sido un caso m¨¢s, otra peque?a historia de desgracia y pobreza, otros dos muertos en la larga lista de africanos que mueren intentando llegar a Europa, pero ha acabado siendo un mazazo en las conciencias europeas. El pasado martes, la noticia apenas ocup¨® espacios de segundo rango en la prensa belga. Pero ahora la carta ha abierto las primeras p¨¢ginas. El Gobierno belga se ha apresurado a anunciar que har¨¢ llegar la carta al Consejo de Ministros de la UE.Yaguine y Fod¨¦, dos j¨®venes estudiantes de Guinea Conakry, decidieron volar a Europa para pedir ayuda para ?frica. Cometieron el error fatal de esconderse en el habit¨¢culo que guarda el tren de aterrizaje de un Airbus A330-300 de la compa?¨ªa belga Sabena que cubre la ruta Bamako (Mal¨ª)-Conakry (Guinea)-Bruselas (B¨¦lgica). Aunque iban muy abrigados, no pudieron resistir las baj¨ªsimas temperaturas (entre 40 y 55 grados bajo cero) que se sufren a 10.000 metros de altura. Murieron congelados.

Revisi¨®n

El Airbus aterriz¨® en Bruselas a las 5.45 de la madrugada del pasado lunes. Cinco horas despu¨¦s, sus cad¨¢veres fueron descubiertos por un operario que se dispon¨ªa a llenar los tanques de combustible. Los cuerpos ser¨¢n repatriados a Guinea a costa del erario belga.Sabena ha anunciado que a partir de ahora revisar¨¢ todos los trenes de aterrizaje justo antes del despegue, para impedir que se produzca otro drama semejante. Hasta ahora el lugar del tren de aterrizaje s¨®lo se controlaba en caso de anomal¨ªa. "Hemos decidido practicar un control sistem¨¢tico de ese espacio. Es un chequeo que requiere muy poco tiempo", ha declarado un portavoz de la compa?¨ªa a¨¦rea.

Pero las consecuencias no se quedar¨¢n en un mero asunto t¨¦cnico, por la carta que uno de los j¨®venes apretaba contra s¨ª. Un testamento en el que ambos, quiz¨¢ intuyendo los riesgos de su aventura, explican los motivos de su largo viaje: pedir ayuda para los j¨®venes de ?frica. Pedir ayuda a Europa, "el m¨¢s bello y admirable" continente del mundo.

"Excelencias, Se?ores miembros y responsables de Europa", empieza la carta, de una sencillez y cortes¨ªa admirables, reproducida ¨ªntegramente en esta p¨¢gina. Una carta llena de belleza y carente de reproches a Europa. Una carta en la que los dos j¨®venes lanzan un grito de auxilio, y explican que si ellos han decidido arriesgar la vida es precisamente por el sufrimiento y la pobreza en que su continente vive, y porque Europa es necesaria para acabar con la guerra en ?frica.

El sacrificio de Yaguine y Fod¨¦ quiz¨¢ no sea en vano, despu¨¦s de todo. El ministro de Asuntos Exteriores y n¨²mero dos del Gobierno belga, Louis Michel, se ha comprometido a trasladar la misiva a sus colegas del Consejo de Ministros comunitario, las "excelencias, se?ores miembros y responsables de Europa", seg¨²n la carta. "No podemos dejar sin respuesta este grito en favor de una vida mejor", declar¨® ayer Michel, conmovido por esta aventura mortal. Para el Partido Ecologista, que forma parte de la coalici¨®n de Gobierno en B¨¦lgica, el drama refleja la necesidad de modificar el estatuto de los inmigrantes, y tambi¨¦n de idear soluciones en el origen de un problema que obliga a la gente "a perder sus ra¨ªces" para buscar un futuro mejor. Los ecologistas han anunciado que pedir¨¢n un estatuto espec¨ªfico para los ni?os refugiados. "?Comprender¨¢ Europa por fin que la ¨²nica urgencia es la ayuda al desarrollo?", se pregunta el Centro Nacional belga para la Cooperaci¨®n. "Este grito de desesperaci¨®n ha sido el ¨²ltimo recurso que pudieron encontrar estos dos j¨®venes desesperados para llamar la atenci¨®n de la ego¨ªsta Europa", denuncia el Movimiento contra el Racismo y la Xenofobia.