Lee Perry y The Wailers, estrellas en el festival U-Zona Reggae

Las 16.000 personas que, seg¨²n la organizaci¨®n, se han pasado este fin de semana por el U-Zona Reggae, la cita m¨¢s importante de m¨²sica reggae de Europa, abandonaron ayer el recinto deportivo de Torell¨® (Barcelona) despu¨¦s de tres d¨ªas de m¨²sica jamaicana y mestizaje. La partida fue lenta despu¨¦s de un s¨¢bado noche largo que alcanz¨® su mejor momento con The Wailers, formaci¨®n famosa por haber acompa?ado a Bob Marley. El legendario Lee Scratch Perry, cabeza de cartel, fue el plato fuerte del viernes.El festival descarg¨® durante la primera noche su mejor cartucho, el jamaicano Lee Perry, que, a pesar de sus 63 a?os, fue capaz de subirse a un escenario y sorprender al p¨²blico. Perry, conocido por su indumentaria -suele enganchar compactos a su gorra y llenarse manos y cara con accesorios diversos-, entabl¨® un di¨¢logo con una bocina de bicicleta que hac¨ªa sonar a modo de r¨¦plica. Eso s¨ª, entre canci¨®n y canci¨®n prefer¨ªa al p¨²blico. "?Sab¨¦is que os quiero?", repet¨ªa. La actuaci¨®n del grupo barcelon¨¦s Macaco, que precedi¨® a Perry, result¨® m¨¢s familiar.

El marat¨®n musical de la primera jornada se extendi¨® hasta las ocho de la ma?ana del s¨¢bado. El escenario apenas descans¨® nueve horas. A las cinco de la tarde del s¨¢bado, vuelta a empezar. Roots Generator fue una de las primeras formaciones del d¨ªa. Por suerte, porque su cantante, Mauri, lleg¨® tarde debido a que fue detenido en Vic (poblaci¨®n cercana a Torell¨®) por los Mossos d"Esquadra. Mauri fue confundido con el autor de un robo.

Ya de noche, los jamaicanos The Wailers fueron capaces de reunir frente al escenario a m¨¢s gente que ning¨²n otro grupo. Posiblemente se debi¨® a que todo el mundo estaba al tanto de que hab¨ªan tocado con el indiscutible ¨ªdolo rastafari, Bob Marley. El cantante Michael Rose y el pinchadiscos Tippa Irie fueron otros de los m¨²sicos destacados.

A marchas forzadas

La fiesta del s¨¢bado empalm¨® con el domingo, y el ¨²ltimo grupo abandon¨® el escenario, no sin protestas por parte de los m¨¢s duros, a las ocho de la ma?ana de ayer. Los asistentes se tomaron con calma la retirada. Algunos se dieron una ducha y gastaron los ¨²ltimos wailers (moneda oficial del festival) en un caf¨¦. Algunos festivaleros, felices de vivir entre conciertos, de trasnochar y de descuidar, y mucho, su higiene personal, se aferraban al saco de dormir.Caras de sue?o y resaca abandonaron poco a poco el recinto, por donde parec¨ªa que hubiese pasado Atila, rey de los hunos. S¨®lo se quedaron los encargados de limpiar los restos de 32 horas de m¨²sica interrumpida por mucho calor, juegos malabares, actividades circenses, paseos por el mercadillo y ba?os en el r¨ªo. Tampoco se han ido las 12.000 personas censadas en Torell¨®, que est¨¢n encantadas con la juventud que les invade en agosto y, desde luego, con el dinero que se dejan.